ISLANDIA 28 - FRANCIA 30
Francia sufre para ganar a Islandia y pasar a cuartos
El marcador estaba igualado a seis minutos del final, pero Karabatic y Guigou rompen las tablas. Pálmarsson lidera a los islandeses y Onesta recurre al 5-1 para frenarle.
Francia demostró hoy que también sabe sufrir y que sus brotes florecen incluso entre las avalanchas menos esperadas. Una férrea Islandia vendió muy cara su derrota (28-30) y, solo en los minutos finales, el campeón amarró un pase a cuartos de final en el que se enfrentará al vencedor del Croacia-Bielorrusia.
Les Experts descubrieron esta tarde que la búsqueda del tercer título mundial consecutivo no será una alfombra cubierta de rosas, sino que en el camino había estalactitas como las que puso Islandia durante cincuenta minutos largos, peleados en cada segundo.
Francia se vio obligada a aparcar el brillo para ocasiones mejores y ponerse seria. Cambió el pincel por el cincel y la caja de herramientas, guardó el esmoquin y se enfundó el mono de trabajo. Llega la hora de la verdad y su rival de hoy fue un buen prólogo de lo que se avecina.
Cada vez que los de Claude Onesta conseguían abrir una pequeña brecha en el marcador (2-4, m.10), su rival respondía al instante para electrocutar el partido (7-6, m.16), liderado por un Pálmarsson imponente. En algunas jugadas, el técnico francés tuvo que recurrir al 5-1 en defensa para abortar al jugador del Kiel.
El toma y daca fue la constante para despejar una ecuación que se hizo angosta y dura. Los siete goles de un espectacular Honrubia —mejor jugador del partido— en el primer tiempo solo le valieron a Francia para marcharse al descanso uno por encima (14-15), el mismo marcador que logró en el segundo tiempo y que le valió la victoria.
Pero Islandia, diez minutos después de la reanudación, puso de nuevo las tablas (19-19). Y aunque, a un cuarto de hora del final, los latigazos de Accambray y Guigou lograban situar la máxima diferencia del choque (21-25), las intervenciones de Gústavsson bajo palos y la entrada en escena de Ólafsson y Sigurdsson congelaron al público francés (26-26, m.54).
Pero Karabatic, el que siempre está aunque no lo parezca, el que apenas había tenido protagonismo en el partido, pulverizó todo pánico con un martillazo tremendo a falta de tres minutos, que volvía a avanzar a los galos. Una pelota robada por Abalo habilitaba a Guigou para sentenciar a su rival. Francia sufre, Francia gana.