MUNDIAL | CROACIA 30 - HUNGRÍA 21
Croacia da una lección de defensa y contragolpe
Los balcánicos ganan a Hungría gracias a su 5:1 pese a la gran actuación del portero magiar Roland Mikler. Nada pudo contener a los de Slavko Goluza en la segunda mitad.
La selección de Croacia certificó su presencia en los octavos de final del Mundial de España, tras derrotar hoy por un contundente 30-21 a Hungría con una exhibición de juego de defensa y contragolpe. Las mismas armas que permitieron a los balcánicos firmar el pasado verano una espectacular primera fase en los Juegos Olímpicos de Londres, donde lograron la medalla de bronce, y que desaparecieron en el peor momento, en la semifinal contra Francia.
Pero hoy no estaba delante el todopoderoso gigante francés, sino la meritoria Hungría, que pese a la mejoría vivida con el retorno de Laszlo Nagy, sigue pareciendo un escalón por debajo de los croatas, que ya arrebataron el bronce a los magiares en la capital británica.
Un resultado que se volvió hoy a repetir hoy en la Caja Mágica de Madrid donde el poderosísimo 5-1 croata desarboló por completo a una Hungría, en la que sólo la excelente actuación del portero Roland Mikler impidió que los balcánicos decantaron antes el encuentro a su favor.
Pero la agresividad y velocidad de piernas que mostraron los defensores croatas acabaron por desesperar a los magiares, que vieron castigadas cada una de sus pérdidas de balón con un fulgurante contragolpe en los que Manuel Strlek y, sobre todo, Ivan Cupic, como siempre, se mostraron infalibles.
Así a la carrera Croacia logró a falta de diez minutos para el descanso una renta de cinco tantos (11-6), que ni el despertar goleador de Laszlo Nagy, que no logró batir al inspirado Mirko Alilovic hasta los veintiún de juego, apenas pudo maquillar (15-11) al llegar el receso.
Pero nada pudo contener a Croacia en la segunda mitad, en la que los de Slavko Goluza redoblaron su eficacia defensiva, lo que permitió a los balcánicos protagonizar más y más contragolpes, que dispararon la renta hasta unos inalcanzables ocho goles (19-11), que los experimentados croatas supieron conservar hasta el final (30-21)