La nueva ola de Túnez aspira a la grandeza mundial

En el Mundial de 2005 que organizó en su casa, Túnez logró la cuarta plaza, como Egipto en Francia, que son las mejores posiciones que han conseguido las selecciones no europeas en los Mundiales. Desde entonces, Europa lo monopoliza todo, aunque Túnez pretende cambiar el guión y la lógica, y ayer se impuso a Alemania (25-23) tras tutear en el debut a Francia (30-27).

Durante siete años, Túnez ha tenido un cuarteto mágico, aunque tras los Juegos Olímpicos de Londres se retiraron el cañonero Hmam (fue el máximo goleador en 2005), Mgannem y Ayed, y sólo queda el pivote Tej, que actúa en el Montpellier, y es el enganche del espíritu guerrero y la nueva generación.

Y en esa nueva generación aparecen Bannour (seis goles ayer) y Jallouz (ocho), el joven lateral por quien ha invertido el Kiel alemán para su plantilla campeona de Europa en la Champions.

Ayer, ante esa nueva Alemania que pretende renovarse pero no consigue resultados, el mejor del partido fue el portero tunecino Magaiez, otra pieza más del último campeón de África (2012), que además suma otros títulos continentales en 2002, 2006 y 2010.

En el partido de ayer, Túnez demostró su capacidad de concentración para mantener la intensidad los sesenta minutos, incluso superando a los alemanes pese a una doble inferioridad.

Si son capaces de mantener este tono a lo largo de todo el campeonato, los tunecinos se apuntan a dar la campanada.