Argentina sorprende y se lleva un triunfo muy merecido

Argentina se ha anotado un triunfo de prestigio en su debut en el Mundial de España al superar a Montenegro por 28-26 en un vibrante partido que se ha decidido por el acierto de los jugadores argentinos en el tramo final. En un duelo muy igualado, férreo y rocoso ante la selección de Montenegro, los hermanos Simonet, Pablo con 5 goles, y Diego con 7, se han bastado para llevar al éxito a los albicelestes, que han ofrecido un gran espectáculo coral en todas sus líneas.

"Los Gladiadores" han iniciado el encuentro con fuerza y pronto han dominado en el marcador con una ventaja de hasta 4 tantos (6-2, m.14 y 10-6, m.20), frente a Montenegro, que hoy debutaba en un Mundial. Los balcánicos no han podido frenar en este inicio el carácter luchador de los argentinos, y Pablo Simonet y Federico Fernández han tomado los galones de su equipo con buenas definiciones y aprovechando las superioridades numéricas.

Pese a ello, al descanso los montenegrinos han podido reducir distancias y se han situado a un sólo gol (13-12) del conjunto entrenado por Eduardo Gallardo. Dos tantos de Sevaljevic y uno Simovic han dado la vuelta al marcador en la segunda mitad (14-15, m.33), y el partido ha entrado en una dinámica de cortas ventajas para ambas selecciones que no han hecho más que resaltar la igualdad existente (20-20, m.45 y 25-25, m.52).

Diego Simonet ha adquirido el peso atacante de los argentinos, y en los momentos complicados -con la exclusión de Portela de dos minutos- ha mantenido a su equipo a flote con grandes jugadas. Dos exclusiones de jugadores montenegrinos a falta de cinco minutos han sido aprovechadas por Argentina para adelantarse en el marcador, pero por tan sólo un gol (26-25) en un momento en el que la pelota empezaba a quemar en las manos.

Jugando en inferioridad, Montenegro ha conseguido el empate a falta de poco más de un minuto (26-26), pero Diego Simonet ha respondido con un nuevo tanto y él mismo ha cerrado el marcador con su séptimo gol en el último segundo que ha desatado el delirio argentino por conseguir una gran victoria.