Dos platas para la mejor nadadora y una nueva estrella

Mireia Belmonte (Badalona, 1990) se marchó de Londres con dos platas olímpicas (200 mariposa y 800 libre) y la certeza de que el deporte español había encontrado a un nuevo icono. La chica de ojos azules, tímida y despreocupada, logró soltar los nervios que siempre le han acomplejado en las grandes competiciones y que ya le jugaron una mala pasada el primer día: fue última en la final del 400 estilos, su prueba favorita.

Pero Mireia, a quien no le gusta perder, se rehizo en la prueba más inesperada. Los 200 mariposa sirvieron para ver su versión más potente, agresiva, esa fuerza de la naturaleza que le permitió nadar once pruebas en apenas seis días en el Centro Acuático. Lideró la carrera hasta que al final la china Jiao le arrebató el oro. Ese metal, celebrado con lágrimas, fue un punto de inflexión.

Al sexto día, llegó la segunda medalla, histórica, que le convirtió en la nadadora española con más medallas olímpicas. En los 800 se vio a la Mireia más estratégica, resistente, tenaz; fruto de su entrenador, Fred Vergnoux, metódico como pocos. La catalana remontó a su ritmo, aprovechando su mejor último 400, llegando con fuerza desde posiciones traseras para alcanzar el podio. Atrás quedaron siete horas de entrenamiento diarias, madrugones a las 05:00 y sábados de jornal. Un trabajo de tres años con una recompensa que por fin saboreó.

ANDREA FUENTES

Se desmelenó y se cuela en el podio de multimedallistas

Andrea Fuentes (Tarragona, 1983) estudió sociología, quiere ser bombera, vive en una casa en medio de la montaña de Collserola (Barcelona) y no tiene complejos ni prejuicios. Quién mejor que alguien de este perfil para capitanear el exótico equipo de sincronizada, el más aplaudido en el Centro Acuático londinense por su innovación al límite. Fuentes, que ya sumó dos platas en Pekín 2008, logró otras dos en la pasada cita olímpica (plata en dúo y bronce en equipos), y se cuela en el podio de multimedallistas españoles, empatada con Joan Llaneras y Arantxa Sánchez Vicario. Sólo David Cal, con cinco metales, está por delante.

Fuentes debutó con Ona Carbonell en la prueba de dúo. En una emocionante final, la pareja nacional consiguió arrebatarle a China la plata gracias a un emocionante tango en el agua. La prueba de equipos trajo una innovación sin parangón: las chicas se desmelenaron literalmente en la Casa de España, para que les cupiese un gorro que simulaba la cabeza de un pez. Las rivales, entre ellas Rusia, la campeona indiscutible, no daban crédito a los límites españoles. No obstante, la plata fue inaccesible.

La sincro, ahora más de moda por el caso Tarrés, ha tenido que lidiar con entrenamientos de lunes a sábado, jornadas nocturnas y el físico se ha llevado hasta la extenuación. Fuentes vivió sus segundos Juegos y no descarta acudir a Río, en 2016, con 33 años. Pocas nadadoras aguantan hasta esa edad. Sería histórico.