La Selección de fútbol sala se llevó su sexta Eurocopa

El 2012 ha sido un año muy propicio para la Selección de fútbol sala, que siempre asegura grandes éxitos al deporte español. En el mes de febrero se proclamó campeona de Europa por sexta vez (cuarta consecutiva), y dejaba claro que en el continente no hay ningún equipo que le haga sombra. Sergio Lozano se convirtió en el héroe nacional al marcar el 1-1, en el último minuto, que llevaba a la prórroga frente a Rusia. Un tanto más de Lozano y otro de Borja pusieron el 1-3 defi nitivo.

Y es que sólo podemos considerar a Brasil, hoy por hoy, capaz de superar a España. En el reciente Mundial de Tailandia quedó patente el dominio de ambos conjuntos sobre el resto: los dos reyes se jugaron un solo trono, el de dominador de este deporte, en la final del 18 de noviembre. La Selección que dirige José Venancio López, que tan bien ha sabido continuar el excelente trabajo que realizó Javier Lozano, no pudo sumar su tercer campeonato del mundo, ya que un gol a 19 segundos de la conclusión de la prórroga dejó a la Selección a un paso de alcanzar de nuevo la gloria.

Sin embargo, su tremendo mérito no radica exclusivamente en su impresionante palmarés, en el que destacan esos dos Mundiales y seis Eurocopas, sino en que además provoca el crecimiento del fútbol sala. Aquellos países que quieren ser alguien en este deporte, toman como primera medida mandar a sus técnicos a imitar los métodos de trabajo de los españoles. Por eso este laureado grupo merece reconocimiento, aunque sus triunfos tengan menos repercusión que los de su hermana mayor, la Selección de fútbol. Este equipo no hace historia sólo cuando gana, la hace siempre que juega.