Turf | El mejor purasangre del mundo volvió a ganar y se retira invicto

Frankel, el caballo Rey, puso Ascot a sus pies

Frankel, para muchos el mejor caballo de siempre, venció ayer en el Champions Stakes. Le retiran para ejercer de semental. El caballo del príncipe Khalid Abdulla ha ganado todas sus carreras, 14. Es el único en la historia en lograr 9 triunfos seguidos en Grupo I, la máxima categoría del turf.

<b>HONORES AL REY. </b>Frankel entra en el paddock de Ascot escoltado y con su jockey, Tom Queally, celebrando la victoria.
Javier Hernández
Redactor en el Diario AS desde 1992. Presentador, narrador y comentarista de Turf en TVE durante 16 años (2005-2021). Autor del libro 'Atleti somos nosotros'.
Actualizado a

Hasta siempre y para siempre, Frankel. El mejor caballo del mundo, y para muchos de la historia, se retiró ayer de la competición. Lo hizo ganando, como siempre ha hecho en sus 14 carreras disputadas, y lo hizo en el escenario más esbelto posible, el hipódromo de Ascot.

Por la mañana, sus responsables cruzaban los dedos para que no lloviese. Si la pista estuviese demasiado embarrada, se planteban retirarle de la carrera. El tiempo fue respetuoso y Frankel, el caballo Rey, se despidió a lo grande. Salió de los cajones mal, algo inédito en él. En la salida perdió unos cuerpos de desventaja pero para ayudarle estaba otro de los participantes, Bullet Train, su compañero de cuadra que siempre le hace de pacemaker y escudero. Bullet Train es propio hermano de Frankel, hijo de Galileo y Kind, pero no por tener el mismo padre y la misma madre se posee la misma calidad.

Bullet Train fue tirando del campeón hasta llegar a la recta final. Quedaban los últimos 500 metros de los 2.000 del Champions Stakes cuando Frankel comenzó a acelerar. Sus principales rivales Cirrus des Aigles y Nathaniel fueron exigidos a punta de látigo, mientras que Tom Queally, el jockey que siempre ha montado a Frankel, lo guardaba de adorno. Se tuvieron que conformar con ser segundo y tercero. Así ha sido siempre. Cuando Frankel participa, el resto corre para ser segundo.

La Reina. Quien ayer acudiese al hipódromo de Ascot por primera vez extrañaría la ausencia de chaqués, chisteras y pamelas. El estricto y elegante dress-code (código de vestimenta) sólo se impone durante el meeting del Royal Ascot, que todos los años se celebra en el mes de junio y que durante cinco días reúne a muchos de los mejores caballos del mundo. En la Champions series, cada año en octubre, las normas son más permisivas, pero conviene, al menos, llevar chaqueta y corbata.

Noticias relacionadas

También la Reina de Inglaterra participó en la jornada de ayer. Corría uno de sus caballos, Carlton House. Lo hizo en la carrera anterior de Frankel, el premio Queen Elisabeth II, una carrera también de Grupo I pero sobre 1.600 metros. Quedó cuarto, ganando la carrera Excelebration, propiedad de John Magnier y Michael Tabor. Magnier, conocido como The Boss, es el empresario irlandés que, junto a McManus, fueron propietarios del Manchester United y que vendieron el club a los actuales dueños. Magnier tiene decenas de negocios, pero por encima de todos, uno: el turf. Se postuló para Senador en Irlanda y fue elegido. Apenas estuvo algo más de un mes en el cargo, el tiempo suficiente para crear un decreto por el cual la cría de purasangres quedaba exenta de impuestos.

Pero por muchos intereses que tuvieran Magnier y la Reina, todos los presentes ayer en Ascot se rindieron a Frankel, el caballo entrenado por Sir Henry Cecil y propiedad del príncipe Khalid Abdulla. ¡Adiós, Frankel! ¡Gracias, campeón!

Te recomendamos en Polideportivo