Baumgartner: el hombre supersónico
"Quiero tranquilidad: ser piloto de rescate"
Felix Baumgartner, el hombre que rompió el domingo la barrera del sonido en la misión Red Bull Stratos con un salto desde 39.043 metros, anunció que deja el deporte extremo con 43 años. Pero su futura profesión promete no ser tranquila: piloto de helicópteros en situaciones de riesgo.
Mi casa está en el aire", respondía Felix Baumgartner cuando se le preguntaba dónde vivía. Y ahí va a seguir, tras romper la barrera del sonido bajando a 1.342 km/h después de saltar desde la estratosfera a 39.043 metros. Pero de manera diferente. "Me retiro del deporte extremo, quiero una vida tranquila", declaró en Austria, su país natal.
¿Y qué va a hacer ahora? "Me gustaría encontrar un trabajo decente como piloto de helicópteros de rescate. Trabajar medio año en los Alpes y el otro medio en California, rescatando gente en la montaña y luchando contra el fuego". Decente es, tranquilo no.
Baumgartner (43 años) tenía ya licencias para operar con helicópteros en Europa y Estados Unidos antes de embarcarse hace cinco años en la aventura del Red Bull Stratos. De momento, ha anunciado que quiere unos días "sin email ni teléfono" junto a su novia Nicole. Luego, le esperará una ronda de actos promocionales por todo el mundo de la mano de Red Bull. Una editorial alemana ya ha anunciado que habrá libro: Conquistador del cielo, mi vida en caída libre, que se editará el año próximo.
Ejército.
Baumgartner saltó por primera vez en paracaídas con 16 años, se enroló en el ejército y recaló en una unidad especial de acrobacias y aterrizajes en pequeñas superficies. En 1997 se proclamó campeón mundial de salto BASE (desde un punto fijo), luego volaría desde las Torres Petronas, o atravesaría los 35 km el Canal de la Mancha con un ala de carbono. Ahora lo quiere cambiar por una extraña tranquilidad.