Londres 2012 | Clausura

Timothy Spall, clausura digna de Winston Churchill

Famoso por Harry Potter, leyó líneas de Shakespeare

Timothy Spall, clausura digna de Winston Churchill
Alejandro Delmás
Actualizado a

Noticias relacionadas

Fue justo después de la gran victoria en El Alamein sobre el Afrika Korps de Erwin Rommel, en 1942. Y fue una de las más famosas frases de Sir Winston Churchill, el legendario Premier británico que guió a Inglaterra a través de la II Guerra Mundial: "Esto no es el final. Ni siquiera el principio del fin. Pero sí el fin del principio". El espíritu de esa frase y de tantas otras similares llevaron a la organización de los Juegos de Londres a abrir la ceremonia de clausura con un homenaje especial a la grandiosa figura de Sir Winston. El actor Timothy Spall (Battersea, Londres, 1957) fue el elegido para tan glorioso papel, y no por casualidad: en 2010 Spall ya había sido escogido por el cineasta Tom Hooper para hacer de Winston Churchill en la película El Discurso de Rey. También intervino en Secretos y Mentiras y El Último Samurai. Pero la fama de Spall ha saltado de dimensión en el mundo no exactamente por el film de Hooper o por los otros, sino por su caracterización como Peter Pettigrew, Wormtail, Cola de Gusano, el vitriólico mago de la saga de películas de Harry Potter. Oficialmente, Wormtail pereció estrangulado en 1998 y Spall estuvo a punto de morir a causa de la leucemia mieloide aguda que contrajo en 1996. Parece que la enfermedad está en remisión. Spall opina que "el estrés tuvo bastante que ver con la enfermedad". Desde entonces pasa cada vez más tiempo en su barquito de vela.

Spall también es Miembro de la Orden del Imperio Británico, aunque, sarcásticamente, ya sea casi más conocido en toda Inglaterra por el apelativo de Peter Pettigrew. Y abrió la ceremonia final de los Juegos caracterizado de Sir Winston Churchill, leyendo las mismas líneas de La Tempestad que habian quedado reservadas a Kenneth Branagh en la ceremonia inaugural, el pasado 27 de julio, y que arrancan así: "Me han dado este libro como simple punto de apoyo mientras estuviera aquí". Las breves líneas que continúan tras este comienzo son, por decirlo suavemente, bastante escatológicas. Branagh se despidió en su día deseando a todos "unos buenos Juegos Olímpicos" y Spall despidió directamente los Juegos Olímpicos de Londres. Quizá Sir Winston Churchill hubiera dicho: "Esto no es el final. Ni siquiera el principio del fin. Pero sí el fin del principio". Quizá

Te recomendamos en Juegos Olímpicos