Heroica medalla de bronce de la selección española femenina

La Selección femenina de balonmano logró este sábado la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres tras vencer a Corea del Sur. Las de Jorge Dueñas salieron victoriosas de un encuentro agónico que no se decidió hasta después de disputarse dos prórrogas. Con esta medalla la mejor generación del balonmano femenino español cierra un ciclo histórico: plata en el Europeo 2008, bronce en el Mundial 2011 y bronce olímpico.
El comienzo preocupó. “Perder en semifinales fue un palo muy gordo”, repetían las españolas en la previa. Y se temió que ese desánimo, unido al desgaste físico, estuviera pesando en las piernas de las de Jorge Dueñas. Tras comenzar con mayor acierto (3-1, minuto 5), las coreanas se mostraron impecables en cuanto a capacidad para correr y usar su velocidad. Esa que fue incontrolable en el debut en estos Juegos de Londres. A base de ataques españoles fallidos, ya sea por pérdidas de balón o por el buen hacer de la portera Ju, las asiáticas mandaban a los 20 minutos con una ventaja demasiado clara (6-10).
Pero el apelativo de guerreras del equipo español no es gratuito. Dueñas observó que la reacción podía venir desde el banquillo. Bea Fernández, con su poderoso lanzamiento, y Verónica Cuadrado, en el pivote, relanzaron a la Selección hasta darle la vuelta al marcador (13-11). Al descanso, todo por decidir (13-13).
Tras el descanso continuó la inercia positiva (17-14, a los cinco minutos de la reanudación). Aunque nadie esperaba que las surcoreanas se conformaran. Se esperaba otro arreón y vaya si llegó. A seis minutos del final, volvía la igualada (23-23).
España tuvo la sentencia con dos lanzamientos desde los siete metros de Bea Fernández y Jessica Alonso, que la meta Ju repelió. Él que lanzó Corea, por medio de Choi, sí entró. Aún así, a falta de 30 segundos, España tenía balón para ganar. Dueñas pidió tiempo muerto para preparar jugada. El balón debía encontrar a Begoña Fernández en el pivote, y llegó, pero Ju volvió a demostrar reflejos. El contragolpe coreano acabó en gol, pero los árbitros lo vieron fuera de tiempo. Tocaba prórroga, tocaba sufrir.
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La primera prórroga ya dio la impresión de que el partido no era una prueba de velocidad, sino de resistencia. España tiró de experiencia. La de Macarena Aguilar para ver huecos donde no los había, la de Nely Alberto para ser fría desde los siete metros, la de Ciobanu para pararlos… De Corea del Sur tiró su estrella, Ryu, sin mucha fortuna hasta entonces pero con la calidad necesaria para brillar en los momentos claves. Y se volvió a repetir el desenlace. Ataque de España para ganar la medalla que Mangué mandaba por encima del travesaño.
En la segunda prórroga ganó el equipo que tuvo más fe. Un tanto de Eli Pinedo dio ventaja a España (29-30). Un gol que defendieron con uñas y dientes, con Ciobanu brillante en los lanzamientos de siete metros, y con una Jessica Alonso que puso la puntilla certificando que las guerreras españolas son historia. Una vez más.