Baloncesto | España 66 - Francia 59

España avanza por puro instinto de supervivencia

No fue bonito. Nada bonito. Pero España jugará mañana las semifinales ante Rusia (18:00) y eso es lo que más cuenta. Lo que más, que no lo único.

España avanza por puro instinto de supervivencia
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Porque un partido de tensión asfixiante, de miedos imposibles de ocultar, dejó otras conclusiones. La primera que España no está bien, pero avanza por grandeza e instinto de supervivencia, como King Kong acosado por los aviones. Cada paso duele, pero lo da. Veremos si logra llegar en pie hasta la final, único destino que salvaría su orgullo tras esa derrota ante Brasil, que, por más que le moleste, sigue presente.

Muy presente, como demostraron el desquiciado final y las declaraciones posteriores de los franceses. Ya con la derrota cegándoles, Turiaf hizo una falta fea a Rudy y Batum dio un puñetazo cobarde a Navarro. La cosa no acabó ahí. En zona mixta, Batum dijo que pegó a Navarro para que "por una vez se tirase por algo" y, uno detrás de otro, los olvidadizos franceses atacaron a España por "dejarse ganar ante Brasil". No les faltaban tanto argumentos como fuerza moral, después de lo que hicieron en el pasado Europeo.

Lo que queda claro es que España se ha convertido en el villano de este torneo: durante todo el partido los espectadores neutrales se aliaron con Francia. Y en el caso de los ingleses, a lo largo de la historia eso solamente lo ha logrado Alemania. Y con recelos.

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El partido en sí fue un dolor de muelas, una repetición de los problemas habituales. Los triples no entran (4/20) y eso permite a los rivales centrarse en frenar a Pau Gasol; Navarro es vital, pero está lento; Marc vuelve a parecer tímido al lado de su hermano y la energía de Ibaka se disipa ante el olvido de Scariolo. Francia, con dos jugadores de inteligencia suprema como Parker y Diaw (otro cuatro masacrando desde fuera), supo hurgar en la herida durante una primera parte de la que España salió viva por puro deseo.

En el último cuarto, al ver que el ataque no mejoraba, España al fin se puso a defender. Y a Francia le entró pánico: balones a Parker y los demás mirando a otro lado. Scariolo acertó dejando a Llull de base para frenar a la estrella rival y dos tapones de Rudy y Pau a falta de un minuto permitieron la decisiva canasta de Marc. Y así España, herida pero viva, avanza.

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