El ogro ruso coloca a España rumbo a Estados Unidos
La Selección tira un partido controlado y ya no será líder de grupo. De lo que debe preocuparse España es de sí misma. Si roba y corre, como empezó ayer, es un vendaval.
Dos veces tuvo España tumbada a Rusia y las dos la dejó levantarse. Primero con un portentoso 20-2 de salida. Después, tras la progresiva remontada rusa, unos minutos de inspiración de Sergio Rodríguez devolvieron el control a la Selección: 69-60 a falta de 4:30. Victoria en la mano. Pero el fantasma del Eurobasket 2007, perdido en Madrid contra el mismo rival, se escapó entre los dedos en un final caótico y España besó la lona.
Y ahora está abocada a ser segunda y cruzarse en semifinales con EE UU, salvo que pierda mañana contra Brasil. Se abre el turno de especulaciones recordando los Juegos de Atenas, donde fue líder de grupo y cayó contra los estadounidenses en cuartos. Veremos, aunque Lituania demostró ayer que el gigante tiene costuras.
Pero en estático se asfixia si no entran los triples (3/15) y el rival puede centrarse en acosar a Gasol. A base de defensas mixtas, Rusia frenó a los de Scariolo hasta casi detenerlos: 28 puntos en el primer cuarto y 25 entre los dos siguientes. Rodeado Pau, no asomó nadie. Navarro jugó sin tino, Marc y Rudy se desvanecieron poco a poco y los demás fueron música de ascensor.
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Todo lo contrario sucedió con Rusia. El plan de España era anular a Kirilenko y Shved y fue un éxito. Pero con los coroneles heridos, cargó la tropa. Fridzon fue un tormento, Ponkrashov dirigió de cine, Khryapa apuntilló con los triples y Mozgov fue el pívot más determinante.
Y aun así pudo ganar España. Debió ganar España. Pero el desenlace fue un desastre. Una mala ayuda de Gasol permitió el mate de Mozgov (73-75 a 18 segundos) y el propio Pau falló un tiro libre vital a falta de 5,2 segundos (entre el parón para ajustar el crono y el tiempo libre estratégico de Blatt, tardó un mundo en lanzar). Fridzon puso el 74-77 y España no logró ni tirar en los 4,8 segundos restantes. Error flagrante por repetido, una acción calcada a la eliminación contra Serbia en el Mundial 2010: Navarro saca a un pívot (ayer Marc, Garbajosa en Estambul) que se ve obligado a salir botando y pierde la pelota sin ni siquiera levantarse. Doloroso. Como el golpe. Toca levantarse y hay tiempo.