Serena Williams, chapada en oro: "¡Ya lo he ganado todo!"
La menor de las hermanas Williams consiguió ayer un hito al que aspira también Federer hoy y que sólo habían logrado Agassi, Nadal y Steffi Graf: sumar a los cuatro 'grandes' el oro olímpico.
No hubo partido. Sólo existió Serena. Enorme, centrada, inabarcable, simpática en la victoria cuando comenzó a bailar sobre el césped de Wimbledon. Acababa de endosar a Maria Sharapova una derrota de las que no se olvidan (6-0 y 6-1) para convertirse en la tenista total, sin ceder ni un set en todo el torneo y sólo 17 juegos. "¡Ya lo he ganado todo!", exclamó en la zona mixta mientras agarraba con fuerza la medalla colgada de su cuello, como una niña. "¡Ya puedo irme de paseo a Disneyworld!".
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El show estaba en marcha. ¿Qué le queda por hacer ahora? "Ehhh, pues ganar el dobles mixto en Australia y Estados Unidos", bromeó. En realidad, a sus 30 años, no le queda nada. Tiene cinco trofeos de Wimbledon, cuatro de Australia, dos del US Open y uno de Roland Garros. Dos oros en dobles (Sydney y Pekín), a los que hoy puede sumar un tercero con Venus, y la Copa Federación. Pero le faltaba el oro individual. Completar el llamado Golden Slam que sólo lucía hasta ahora Steffi Graf en categoría femenina (lo hizo en un año, en 1988). Sharapova, campeona en los cuatro grandes, aspiraba también a cerrar el círculo.
Una embolia pulmonar tuvo a Serena al borde de la muerte o de la retirada en 2011. Pero se levantó. "Ahora soy más fuerte", reconocía. Además, está chapada en oro.