El sprint de LeBron James redime a EE UU frente a Lituania

Pero en sólo tres minutos más, EE UU, el ogro de los Juegos, miró con el ojo del diablo a un partido del que apenas se había cuidado. Fue una estampida, un flash cegador a lomos de un 15-4 que valió la sentencia del 97-88. Un triple de Chris Paul fue el toque de diana para la reacción, que ya se hizo incontenible con siete puntos consecutivos de LeBron James y cinco de Deron Williams.

En el último minuto se entró con 99-90 y posesión de EE UU, cuyo regreso a la displicencia favoreció el 99-94 final, tras canastas de Kleiza (25 puntos) y Kalnietis… más robo del madridista Marty Pocius, autor de unos sólidos 14 puntos. ¿Qué hizo bien Lituania…?

A las estrellas estadounidenses les sientan mal los equipos que se mueven con orden y a ritmo de crucero. Con fe, movilidad, bloqueos arriba y control, Lituania se dio el gusto de gobernar el rebote (42-37), se alzó hasta un gran 58% de aciertos (38/65) y sólo enfi ló el abismo cuando la primera línea de EE UU (Chris Paul, LeBron…) subió el ritmo defensivo y forzó las pérdidas de balón de los bálticos: 23. De ellas, 17 fueron robos directos.

Calma.

EE UU no mantiene un sistema riguroso de ayudas defensivas: si el ataque contrario conserva la calma y apuesta por buenos pases fuera-dentro, con bloqueos y continuación, no resulta difícil acertar con el aro de los campeones olímpicos, con defensa no mucho más allá de un estado embrionario. Así navegó casi todo el partido, donde EE UU, que sesteaba con ventajas mínimas (55-51 en el descanso), apenas daba la sensación de poder escaparse, pese a 20 puntos de Melo Anthony. Para despertar del letargo, el ogro americano tuvo que verle las orejas al lobo báltico, agrandado defi nitivamente con esas canastas de Jankunas y Kleiza en el último cuarto. Ahí fue cuando LeBron (20 puntos) sacó su fusil.

Como en Sydney 2000, el orden y la movilidad de un decente bloque lituano bastaron para que la Selección de la NBA entrara en Defcon 2: condición o situación de defensa en el nivel inmediatamente inferior al máximo. Esta vez, como en tantos otros escenarios, a EE UU le valió Defcon 2. Ya se verá en la próxima crisis… si es que llega.