Brasil sí honra los Juegos en su camino hacia el oro
Los aficionados y el país entero se han dado cuenta de la relevancia de este torneo, sobre todo sabiendo que dentro de dos años esta misma generación disputará el Mundial en casa.


Fútbol y Juegos. Juegos y fútbol. El debate suscitado sobre la relación y convivencia entre ambos no alcanza a la grandilocuente selección de Brasil, que en esta cita olímpica busca la primera medalla de oro de su historia. El incomparable palmarés de la nación futbolística por antonomasia no recoge este título y esa es demasiada responsabilidad como para dejar pasar esta oportunidad. Brasil va con todo a por el oro. Sin fisuras. Y hoy tendrá un nuevo obstáculo en los cuartos ante Honduras.
La implicación de la canarinha por conseguir el objetivo es total. Mano Menezes, seleccionador absoluto, lleva las riendas del equipo pese a que en la fase de clasificación fue el técnico de la Sub-20, Ney Franco, el encargado de comandarlo. Por supuesto, los mejores jugadores en edad reglamentaria están en la convocatoria: Neymar, Lucas, Ganso, Pato, Oscar... Y, por último, el uso de los tres futbolistas mayores de 23 años se ha hecho con sentido y calidad: Thiago Silva, Marcelo y Hulk.
Hay medio centenar de periodistas desplazados y el tratamiento con los jugadores es prácticamente igual al de la absoluta. Los hinchas, la torcida, también se deja notar y registra una media de 49.408 espectadores en la primera fase. Admirable.
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Femenino.
La que no tuvo tanta suerte fue la selección femenina brasileña, que cayó ante la campeona del mundo Japón (0-2) en cuartos. Las semifinales del cuadro femenino serán el lunes Francia-Japón y EE UU-Canadá.