Tyson recrea su vida en un teatro de Broadway

Es difícil asociar al temible Mike Tyson, el Terror del Garden, con la cultura, el estilo y la sensibilidad y, sin embargo, el cineasta Spike Lee (Malcolm X y Amor y Baloncesto) está seguro de que los aficionados al boxeo y al teatro pagarán 300 dólares por ver al excampeón del mundo de los pesos pesados y expresidiario en un show de Broadway y saludarle después en su camerino.

El púgil estrenó el martes en el teatro Langroce su Mike Tyson: La verdad sin tapujos, en la que, como solía ocurrir en los cuadriláteros, es el máximo protagonista, la principal figura y el relator de su propia y agitada vida.

Contada a su manera, con las historias de sus éxitos, sus fracasos, su afición a las drogas, a las mujeres, sus combates de boxeo con sus esposas, el dinero que voló y su vuelta a casa para estar con sus palomas.

El público que llenaba por completo el teatro de Broadway se rió con sus comentarios sobre sus mujeres y sus éxitos en la cama, su mordisco en el cuadrilátero durante la pelea con Evander Holyfield (le arrancó parte de la oreja, el 28 de junio de 1997, en el MGM Grand Garden Arena).

También relata cómo pasó sus tres años en la cárcel (1992 a 1995) por la violación de una chica de 18 años llamada Desiree Washington, Miss América Negra, y sus explicaciones sobre el dinero que voló de sus manos.

Tengo que reconocer que no soy un gran actor pero también sé que soy capaz de entretener a la gente", dijo el boxeador ante la atenta mirada de Spike Lee, el director de cine para el que esta obra también es su debut en la meca del teatro neoyorquino.

Mike Tyson trae la historia de su vida a los escenarios teatrales de Nueva York durante 11 días después de seis actuaciones en Las Vegas en la primavera, por las que recibió muy buenas críticas. Ahora sube peldaños y se estrena en el corazón del teatro estadounidense.

"Desnudo".

El boxeador ha comentado que en su show aparece "desnudo" sin necesidad de quitarse la ropa, "vulnerable" sin que nadie le pueda tomar por un sensiblero y "cierto" porque hace un repaso total de su vida.

Sin esconderse y lanzando puñetazos directos a los espectadores con sus historias reales para provocarles el interés y la felicidad por haber pasado un par de horas con él en el teatro.