La ciudad rindió homenaje a sus juegos

Barcelona volvió a ser la ciudad de todo el mundo

Emotivo acto para conmemorar los 20 años de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992

Barcelona volvió a ser la ciudad de todo el mundo
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En la noche del 25 de julio de 1992 se inauguraban en el Estadio Olímpico Lluis Companys de Barcelona los Juegos de la XXV Olimpiada. En ese acto, Pasqual Maragall, entonces alcalde de la ciudad, pronunciaba una frase histórica: "Desde hoy Barcelona es la ciudad de todo el mundo". Ayer, justo 20 años después, volvió a serlo con un acto sobrio, pero muy emotivo y que a muchos les transportó dos décadas atrás. Aquellos quince días de gloria representaron los que todavía hoy se consideran como los mejores Juegos de la historia del olimpismo moderno.

Espíritu barcelonés.

La llama olímpica se encendió de nuevo ayer en Barcelona para abrir un acto que duró algo más de dos horas, con un recorrido de 5.112 metros desde el Ayuntamiento de Barcelona hasta el Museo Olímpico y del Deporte 'Juan Antonio Samaranch' y 38 relevistas (dos en doble) que cubrieron exactamente la distancia de 142 metros cada uno por las calles más céntricas de la ciudad.

Aunque inicialmente estaban sorprendidos (mucha gente no sabía que significaban aquellas personas vestidas de blanco portando una antorcha), los ciudadanos empezaron a agolparse en las aceras animando a los portadores y al explicarles en que consistía el acto, todos recordaban aquellos días mágicos.

Juan Antonio San Epifanio Epi, portador del último relevo de la antorcha en 1992 y quien cedió la llama al arquero Antonio Rebollo para encender el pebetero, fue esta vez el primer relevo y recogió esa llama de manos de Pasqual Maragall, el gran artífice de los Juegos junto a Juan Antonio Samaranch. El final del recorrido fue cubierto por el gimnasta Gervasio Deferr, doble campeón olímpico y Gemma Mengual realizó el parlamento de los atletas junto al campeón olímpico José María Van der Ploeg.

El recuerdo.

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Mengual recordó, muy emocionada, que "hace 20 años yo fui voluntaria en la natación sincronizada, mi deporte. Tenía 15 años y el ambiente era extraordinario, único, increíble. Allí empecé a soñar que algún día yo también ganaría una medalla olímpica. Hoy he vuelto a recordar como empezó mi sueño".

Deferr, que realizó su recorrido con la nueva antorcha diseñada para el acto (obra de un joven estudiante de diseño llamado Marc Rocas) encendió junto al alcalde de la ciudad, Xavier Trias, el pebetero colocado a la entrada del Museo Olímpico.

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