Els le roba el British a Scotty y conquista su cuarto major

Adam Scott creía tener un grande, un British Open, el mejor torneo del año. Pero el golf guarda una cara muy cruel, especialmente en el Open. Le pasó a Sergio García, le ocurrió a Van de Velde y le ha golpeado con dureza a Scott. Porque el campeón no es él. Es el sudafricano Ernie Els (-7). "Lo siento por él, pero por alguna razón, me tocó ganar a mí", dijo Els. La razón podría ser que Els, de 42 años, remontó seis golpes el domingo y fue el único que no perdió con Lytham.

El drama de Scott empezó pronto. Los nervios le asustaron de inicio y su perfecto plan fracasó. Buscó no fallar y encontró un error: se confió. Scottse derrumbó con tres bogeys en el 15, 16 y 17. Mientras, el único rival que había olvidado, Els, completaba su remontada con un birdie en el 18 (-4 en los últimos nueve hoyos). Els presionó tanto al australiano, que Scott encontró un búnker de salida en el 18 y perdió el torneo con un dramático bogey, el cuarto consecutivo. La imagen de Scott arrodillado en el green del 18 pasará a la historia del golf como una de las más duras de todos los tiempos.

Y es que Scott parecía el mejor. No tenía rival pues McDowell, Snedeker y Tiger estaban inmersos en luchas internas. Entonces, asomó en el horizonte la amenaza del jugador más sereno del circuito y le robó el torneo. Els, que cuenta dos British y dos US Open en su haber, se mantuvo siempre entre los mejores, sin hacer ruido. Ahora, la siguiente cota del sudafricano podría ser el número uno del mundo, misma presa que cazaron los tres últimos ganadores en Lytham (Seve, Lehman y Duval).

Tiger. Otro derrotado fue Tiger. El estadounidense tuvo una oportunidad, minúscula, de hacer un golpe imposible desde un profundo búnker junto al green del 6. Intentó forzar el par y se llevó un triple bogey. La historia empieza a pesar para Tiger, incapaz de remontar cuando de un grande se trata. Como en el US Open, siente presión. Sobre todo, en el green, donde ya no exhibe la misma destreza.

El día, además, deparó la curiosa situación que genera el no jugarse nada. Los mejores resultados, exceptuando a Els, llegaron de la parte baja de la tabla, con Miguel Ángel Jiménez a la cabeza. El malagueño se desquitó con seis birdies y tres bogeys, y finaliza noveno, un digno Open. El que Ernie Els le robó a Adam Scott.