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Golf | Open Británico

Adam Scott arrasa Lytham; Tiger y McIlroy a tres golpes

Genial primera ronda del australiano (-6). Tiger y McIlroy, a tres golpes. Cabrera-Bello, el mejor en un mal día de los españoles. García (+2) y Westwood (+3) se complican las cosas.

Fernando López de Lorenzo
Scott reta a Tiger

El Abierto Británico suele jugarse en un campo seco, donde el paisaje se pinta en amarillos y marrones, con un fuerte viento que hace pensar al golfista y le obliga a manipular la gran mayoría de los golpes en un campo incontrolable. Pero el British de 2012 es muy diferente, especial. Las lluvias que han golpeado el Royal Lytham & St. Annes han dibujado un torneo extrañamente verde, alejado de lo que acostumbra el Open. El australiano Adam Scott fue el primero en masacrar Lytham y lidera con un espectacular -6, 64 golpes. Scott deslumbró con ocho birdies, tras empezar con un bogey en el hoyo 3. El show, cortado por un bogey en el 18, le sitúa en cabeza y reta a un gran grupo de golfistas que se ensañaron con un Lytham sin más defensas que un poblado rough y 205 bunkers al ausentarse el viento.

El primero, Tiger Woods (-3). El estadounidense recordó fases de cuando su golf era imperial. Tras saborear el liderato en unos tremendos nueve primeros hoyos, Tiger se volvió cauteloso, buscó no fallar y su vuelta corrió peligro cuando la multitud de birdies fallados en la parte final del recorrido le agobiaron. Finalmente, un bogey en el 15 ensombreció ese extraordinario inicio. Junto al californiano está Rory McIlroy, otro que aceptó el envite de Scott. El norirlandés insistió en su atractivo juego, ese con el que corrige un error con una maravilla. Su -3, estropeado por el doble bogey del 15, adquiere más valor si se tiene en cuenta que McIlroy sí sufrió la cara fea del impredecible tiempo inglés.

La jornada dejó a tres jugadores a un golpe del líder: Paul Lawrie, excelso en el imprescindible juego corto que exigen los greenes de Lytham, Zach Johnson, un luchador que se ha ganado a base de triunfos, como el Masters de 2007, que se le tenga en cuenta cada vez que pisa un campo de golf, y Nicolas Colsaerts, un pegador con tanta destreza como habilidad. Cabe destacar, además, a la chaqueta verde de este año, Bubba Watson, a Ernie Els, a Steve Stricker y al sonriente Graeme McDowell, todos a tres golpes de Scott, y Brandt Snedeker, -4.

La decepción llegó de algunos de los principales favoritos, Luke Donald (Par) a la cabeza. Ni Sergio García (+2) ni Lee Westwood (+3) ni Phil Mickelson (+3) supieron ver la oportunidad que tenían delante y tendrán que reaccionar con fuerza. El español, incómodo, cometió demasiados errores, como el doble bogey del 3. Lo más preocupante es que fue incapaz de dominar los buenos momentos que generó. Según hacía un birdie, 7 y 13, diseñaba rápidamente un bogey, 8 y 14, enterrando las buenas sensaciones. Por su parte, Westwood también acusó el doble bogey del 3 cuando había empezado muy fuerte y, a pesar de que pudo levantarlo, se desinfló en la recta final sin oponer resistencia. Peor incluso le fueron las cosas a Darren Clarke, defensor de la Jarra de Clarete, hundido con +6.

Los españoles dejaron sensaciones agridulces. Rafa Cabrera-Bello terminó al par una peleada vuelta (cuatro birdies, mismos bogeys) y se mantiene enganchado a los mejores resultados. Jiménez, lastrado por un doble bogey en el sencillo hoyo 8, y Fernández-Castaño, que dilapidó un tres bajo par en el quinto hoyo, terminaron +1. Pablo Larrazábal (+3), Alejandro Cañizares (+4) y Álvaro Quirós (+4), no fueron capaces de controlar su vuelta, fueron acumulando golpes peligrosamente y se complican jugar el fin de semana.