Pacquiao, entre la Biblia y Tim Bradley

La próxima madrugada, en Las Vegas, un nuevo Manny Pacquiao pone en juego su título mundial del welter (OMB) frente al invicto Tim Bradley, que sube del superligero. ¿Por qué nuevo? Porque el parlamentario filipino, que parecía llevar una vida intachable, tenía sus devaneos nocturnos. "Iba al casino, quizá se tomaba una cerveza y por ahí llegaban las chicas y otras cosas...", reconoce su técnico Freddie Roach. Nada más ganar, con polémica, a Juanma Márquez en noviembre pasado, Pacquiao recibió una petición de divorcio de su mujer.

"Entonces me dí cuenta de que mi vida debía cambiar", revela Pacman. "Me regalaron una Biblia, la comencé a leer y he descubierto que es un manual para entender la vida", añade el púgil, de 33 años (54-3-2 de récord) que con un carrerón a sus espaldas tendrá que mostrar ante Bradley (cinco años menor, 29 victorias con gente como Joel Casamayor o Lamont Peterson) cómo de centrado ha estado en la preparación del combate. Porque la lectura sagrada también le generó dudas. "Me dijo que Dios no quiere lastimar a la gente, pero le convencí de que Dios debe entender que esto es un deporte". Roach dixit.