Sergio Prado se proclamó campeón de España

Un relámpago en forma de combinación derecha recta-izquierda cerró el campeonato de España del supergallo en el cuarto asalto. Sergio Prado 'Schuster', con una velocidad endiablada, mandó a la lona a Ángel Lorente 'Lillo', que intentó continuar el combate. Pero la siguiente andanada fue la definitiva y el madrileño se ciñó el cinturón por KO.

Fue el postre espectacular para una velada como hacía tiempo no se veía en Madrid. Con más de 2.500 personas en el Pabellón Jorge Garbajosa de Torrejón de Ardoz. El madrileño Schuster, discípulo de José Valenciano, dejó su récord en 6-3-1 y el mallorquín Lillo, de David Quiñonero, en 4-2-1. Pocos combates pero mucha calidad y buena preparación en ambos. Los dos están condenados a volverse a cruzar, por la buena impresión que dejaron, en una división en la que abunda ahora mucho púgil competitivo.

Antes, Iván Ruiz Morote consiguió el título latino del pluma del Consejo Mundial de Boxeo. El damnificado fue Sergio 'Sugar' Romero. Una batalla intensa a diez asaltos que se decidió unánimemente a los puntos para Morote: 99-91, 97-94, 97-94. En nuestra puntuación, 96-94. El campeón tuvo claro su planteamiento, nunca se puso nervioso y dejó que la energía de Romero se fuese escapando con manos que no llegaban a su destino o hacían poco daño. El de Valenciano tiró menos, pero más efectivas, como dos crochets con la zurda en el sexto que hicieron mucho daño. Decidió la experiencia de Morote (16 combates) frente al bravo Sugar (7).

Pero hubo muchas más cosas. Un espectacular KO en el 4º asalto de Cristian Morales a Víctor Segura (ligero), al que cogió la 'perita'. La victoria por decisión unánime del ciclón Antonio Rodríguez 'Chiky' frente a Álex Mora (pluma). El boxeo asentado de Cristian Montilla 'Pluto', que ganó a los puntos en decisión dividida a un duro Álex Parra. Y la victoria de Rubén Varón (qué bonitos esos ganchos de izquierda) ante el cerrado e incómodo nicaragüense Rony McFields por decisión unánime. Combates, en general, escogidos bajo la premisa de la igualdad que no aburrieron nunca al público. De eso se trata.