Malmagro: "En España ahora cobrar es imposible"

Cristian Malmagro (1983) vino a la Final Four de Colonia con la esperanza de tener un mínimo de presencia en el Copenhague, pero Magnus Andersson no le dio ni un segundo de juego ni en el partido de consolación ante el Fuchse Berlín. Una situación frustrante para el lateral zurdo español, que lleva un año prácticamente siendo marginal en el equipo danés.

¿ Usted esperaba estar tan relegado?

La verdad es que no, y que la situación se torna muy complicada, pero no es el momento de protestar ni de alzar la voz, porque al menos aquí, en Copenhague, los pagos son sagrados y mi contrato es muy aceptable en el momento actual. Yo hablo con jugadores de la Asobal, y no les pagan y no les llega para comer.

¿Ha preguntado por su situación?

Hablé con el entrenador, que es nuevo en esta temporada, y me dijo que las cosas estaban funcionando, y cuando funcionan no es partidario de tocarlas. Estuve a punto de decirle que el año anterior no estaba Olafur Stefansson y ganamos la Liga también. Pero la verdad es que yo nunca he protestado, así que lo único que puedo hacer es seguir entrenándome por mi y por mi futuro equipo si el entrenador actual no me da la opción de jugar.

Le queda un año de contrato, se retira Olafur...

R: Pero ya han fichado al sueco Kim Andersson (Kiel), compatriota del entrenador... Hubo un momento en que parecía que existía un acuerdo con el Montpellier, una opción interesante, porque está a tres horas de mi casa, pero en el último momento se rompió. Por tanto, me queda un año, y a aguantar.

¿Volver a España no?

Sì, tengo ofertas, pero no voy a dejar lo que tengo para ir a un equipo que no paga a sus jugadores prometa lo que prometa, porque sabes que no vas a cobrar. Ese es el recelo que tenemos todos los jugadores respecto a lo que está pasando ahora mismo en España. Muchos amigos me dicen que ellos estarían encantados en mi posición de seguridad cuando vas a cobrar cada mes.

¿Se le hace duro vivir en Copenhague?

R: Pues la vida es muy tranquila y amable, quitando un poco los meses duros de invierno, por el frío. Además, el ambiente en el equipo es formidable, y la mitad de la plantilla habla español. Es decir, no me puedo quejar. Es un buen sitio para estar y para vivir.

¿Su pega es...?

R: Básicamente, una: que el entrenador me tiene en la esquina y no cuenta conmigo. Yo pensaba que al menos los tres que no jugamos nunca tendríamos una oportunidad en la Final Four ante el Berlín, pero nada, otra vez relegados.