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Golf | Masters de Augusta

Watson: del camuflaje a lucir la chaqueta verde

Bubba Watson, norteamericano de 33 años, conquistó el domingo su primer 'major' en Augusta. Religioso y admirador del ejército estadounidense, lloró al recordar a su padre fallecido por el cáncer, que además combatió en la guerra de Vietnam. De ahí su ropa.

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Watson: del camuflaje a lucir la chaqueta verde
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Nació en una ciudad con nombre de guerra, viste de camuflaje, como su padre en Vietnam, y recuerda la lucha contra el cáncer con palos y ropa de color rosa (su patrocinador dona 300 dólares por cada drive que da de 300 yardas). A partir de ahora, la chaqueta que mejor sentará a Bubba Watson será la de color verde del Masters, que recibió este domingo al vencer en el segundo hoyo del desempate al sudafricano Louis Oosthuizen.

Watson vino al mundo en Bagdad, Florida, hace 33 años. Tras conquistar su primer major, lloró como un niño sobre los coquetos greenes del Augusta National Golf Club al recordar a su padre, que se salvó de las balas en las selvas de Vietnam durante la década de los sesenta, pero que hace año y medio sucumbió ante el cáncer. Profundamente religioso, amante de la familia y zurdo cerrado, Watson es el prototipo del hombre trabajador laborioso e incansable, de raíces humildes y que logra el éxito con mucho esfuerzo y perseverancia. Todas ellas cualidades que tanto gustan a los norteamericanos para rendirse a sus héroes deportivos.

Hombre familiar.

"Nunca había soñado con un momento así, porque no me veo como un gran jugador. El golf no lo es todo para mí, y cuando en unos días vuelva a ser Bubba para mis amigos y mi familia, seré el mismo", declaró el nuevo chaqueta verde de Augusta, que junto con su mujer acaba de adoptar un niño de pocas semanas después de cuatro años de intentos frustrados por quedarse embarazada.

Su segunda vuelta en la jornada final del Masters fue espectacular, con cuatro birdies a partir del hoyo 13. Y un milagroso segundo golpe de 150 metros, en medio de los árboles, en el segundo hoyo del desempate. Watson es un autodidacta que nunca ha tomado clases ni utiliza la tecnología de televisión para corregir su swing o mejorar sus putts.

El Bubba Golf, como él lo denomina, incluye largos golpes, en muchas ocasiones nada rectos, sino llenos de curvas y efecto, y adaptarse a los terrenos dependiendo del momento. Quizá por eso en este 2012 es el líder en distancia en la PGA norteamericana, y también el que más precisión tiene sobre los greenes. "Si tengo un ángulo para golpear la pelota, hay posibilidades de hacer algo con ella", es su filosofía con los hierros en las manos.

El domingo vistió sus colores favoritos. Blanco de pantalón y camiseta, y un driver de color rosa para recordar, cada vez que acaricia con sus manos la empuñadura, a su padre fallecido por culpa del cáncer. El Masters es el primer major en su trayectoria, aunque el cuarto triunfo que logra en la PGA norteamericana.