Tiger contra McIlroy: duelo estelar en Augusta

Llega el Masters de Augusta 2012 y con él un duelo digno de portada de videojuego: Tiger Woods, el rey que quiere recuperar su corona tras sus líos de faldas, contra Rory McIlroy, el niño prodigio (22 años) que coquetea con el número uno mundial (lo fue dos semanas).

Ambos llegan con cuentas pendientes al National. El Tigre no se pone una chaqueta verde (tiene cuatro) desde 2005, pero su rotunda victoria en el Arnold Palmer hace dos semanas le ha catapultado al primer lugar en las apuestas. "Me he pasado media vida jugando aquí. Vengo para ganar", decía Woods que, a sus 36 años, disputa su decimoctavo Masters, con los conceptos de su técnico Sean Foley (cambio de swing incluido) interiorizados plenamente. "Llevo la dirección correcta en el momento adecuado".

La sed de vendetta de Rory McIlroy es más reciente. Exactamente floreció el último día de la pasada edición del Masters cuando en el hoyo 10 (Camelia), yendo líder, hizo un triple bogey y dilapidó todas sus opciones de ganar la primera chaqueta verde de su carrera. "Fue una de las veces que más he llorado en mi vida", relata McIlroy que dos meses después se redimió llevándose el US Open, el único major que tiene hasta la fecha. Esta temporada ha triunfado en el Honda donde ganó el mano a mano a Tiger. Para huir de fantasmas, el norirlandés ha ido a Augusta con sus padres, mientras que su novia, Caroline Wozniacki, le seguirá a distancia.

Todos miran a Tiger y McIlroy, algo que al número uno mundial, Luke Donald, no ha sentado bien: "Me parece algo naif (ingenuo) pensar que ellos dos son los únicos con opciones". El inglés, sin grandes en su palmarés, es uno de esos infinitos candidatos entre los que están Mickelson, Schwartzel, Stricker, Scott, Mahan... y, por qué no, Sergio García, Álvaro Quirós y Miguel Ángel Jiménez, que junto a Fernández-Castaño y el lesionado Chema Olazábal, último ganador europeo del Masters (1999), integran el quinteto de españoles en el National.