Fútbol Indoor | VALENCIA 10 - ESPANYOL 6
Baraja lleva al Valencia a la victoria
Un estratosférico Baraja, con 4 goles y dos asistencias, acaba con las ilusiones pericas de un plumazo.
Éste viernes un nuevo hito ha ensalzado la Liga Fertiberia. Un nuevo crack aterriza en Indoor defendiendo los colores del conjunto ché: Rubén Baraja, el Pipo. Dos Ligas, una Copa, una UEFA, Supercopa de Europa, mundialista con la Roja, finalista de las Champions, dos veces candidato al balón de oro ( 2001/02 y 03/04) y otros muchos méritos atesora éste santo y seña del valencianismo.
Hasta que hace apenas un año y medio abandonara el futbol, Rubén Baraja defendió los colores del Real Valladolid, Atlético de Madrid, y, aprovechando el descenso a los infiernos de los colchoneros y por un montante de 12 millones de euros, se embarcó en el legendario Valencia de principios del siglo XXI. Ahora, pone al servicio del futbol Indoor y de su Valencia todo el talento y garra mostrado durante todos éstos años.
Secundado a la perfección por Juan Sánchez y Giner, entre otros, fue decisivo en la victoria valencianista, desplegando su magia en el tapete verde Fertiberia y haciendo felices a los valencianistas allí presentes y en general a todo buen peloter@.
A pesar de que la escuadra perica comenzó algo despistada, cediendo la posesión y la iniciativa al equipo ché que llegó a ir ganando por 4-1 con un extraordinario Baraja, apretó en los instantes finales de la primera mitad y consiguió empatar el partido en el descuento con dos tantos de un portentoso Manel, y ante la atenta mirada del público valencianista que abarrotaba el Pabellón.
La segunda mitad fue un calco de la primera. El Valencia salió decidido a por el partido, y Rubén " El Pipo" Baraja a lo suyo: 3 goles más en su haber y un sinfín de asistencias y jugadas para enmarcar haciendo gala de su excelente estado físico. Nada pudo hacer el Espanyol, que, a pesar de poner a prueba al cancerbero ché Moraga y apretar en los instantes finales con goles de Lardín y Alfonso Gómez, sucumbió de forma clara ante la calidad de su adversario.