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Boxeo | Superwelter (AMB)

Cotto se vengó al fin del 'tramposo' Margarito

Le ganó por KO técnico tres años después de su polémica derrota

<b>PUDO SER EL ÚLTIMO. </b>Margarito, con su ojo derecho cerrado y ensangrentado, mira hacia la esquina de su rival, que le sometió a un castigo que le puede retirar del boxeo.
Reuters y getty

Los más de 20.000 aficionados que llenaron el Madison Square Garden la noche del sábado presenciaron un combate de boxeo como en los viejos tiempos. Empujado por los gritos de "mataló" que lanzaron en español sus seguidores puertorriqueños, Miguel Cotto dio una soberana paliza al mexicano Antonio Margarito y le puso al borde de la retirada, porque su ojo derecho, ensangrentado y casi cerrado, es problable que ya jamás se recupere.

Fue una pelea brutal desde el primer asalto. Cotto se lanzó a por su rival. Llevaba más de tres años esperando esta revancha. En 2008 en Las Vegas había acabado desfigurado por los golpes del Tornado de Tijuana, al que en su siguiente pelea, ante Mosley, se le encontró una sustancia parecida al yeso en el vendaje de sus guantes. En el pesaje ya se escucharon acusaciones de la afición puertorriqueña: "Tramposo, tramposo".

Provocaciones.

Quizás por ello Margarito subió al cuadrilátero de the world's most famous arena (el pabellón más famoso del mundo) queriendo humillar al boricua. Desde que Cotto le golpeó en los primeros intercambios, el mexicano respondió con risas, con gestos de que los puños de su oponente no le dolían y lanzando insultos. "Niñita", se le oía decir.

Con el paso de los asaltos, Cotto pareció enrabietado, sus veloces piernas se movían de lado a lado, sus combinaciones eran cada vez más rápidas y su mano izquierda se clavó en varias ocasiones sobre el ojo derecho de Margarito. El mismo que el año pasado Manny Pacquiao fracturó y rompió una órbita, y que el sábado decidió el combate cuando el doctor subió al ring en el noveno asalto y decidió que el mexicano, con ese ojo ensangrentado, cerrado y patéticamente hinchado no debía seguir. Cuando escuchó que el doctor Anthony Curreri paraba la pelea, el puertorriqueño se acercó orgulloso al rincón de su rival y le miró con desprecio. "No me importa lo que le pase o si vuelve o no a subir a un cudrilátero. Simplemente le miré, observé a un hombre vencido y disfruté de mi triunfo", declaró. "El médico le ha favorecido porque yo comenzaba a ponerme por delante. Yo podría haber continuado porque sus golpes no me hicieron daño", dijo Margarito al final del combate.

Campeón.

"Con ese ojo en el estado en el que estaba hubiera sido peligroso continuar", manifestó el doctor Curreri que reveló que tuvo que dar al mexicano 12 puntos de sutura. La victoria por KO técnico permite a Cotto retener el título de campeón del mundo del peso superwelter, versión de la Asociación Mundial de Boxeo.