Quinta edición de los premios as del deporte | La gran noche

AS rindió homenaje a los mejores de 2011 y a la leyenda Ángel Nieto

Manu Carreño y José Antonio Ponseti, maestros de ceremonias. Carlos Latre puso el humor. Reunión de mitos del deporte, políticos y periodistas. Cristiano e Ibaka, los más aclamados

AS rindió homenaje a los mejores de 2011 y a la leyenda Ángel Nieto
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Cristiano Ronaldo, las selecciones españolas de baloncesto, el equipo nacional de Copa Davis, la selección femenina de fútbol Sub-17 y Ángel Nieto, en este caso en reconocimiento a su fabulosa trayectoria, recibieron ayer los Premios AS del Deporte 2011. La Fiesta se celebró en el Hotel Palace de Madrid (inaugurado en 1912 y refulgente como entonces) con asistencia de numerosas personalidades del deporte, de la política y del periodismo.

Los premiados en 2011, elegidos por los lectores de AS entre 13 nominados, muchos de ellos presentes (la piloto María Herrera, la futbolista Vero Boquete, los jugadores de hockey patines Pedro Gil o Guillem Trabal...), despertaron tanta expectación en el hotel y aledaños que hicieron pasar inadvertido al actor británico Clive Owen (Plan Oculto, Closer...), ilustre huésped del Palace devorado ayer por la atracción del deporte.

El acto sirvió de reconocimiento, celebración y reencuentro. Reunidos bajo la cúpula que en tiempos iluminaba el salón de baile, mitos del fútbol como Gento, Zoco o Pachín no tardaron en hacer corrillo con Iribar, Collar, Adelardo, Ovejero o Ufarte. El ciclista Igor Antón, escalador a la antigua usanza, encontró en Julio Jiménez, el legendario Relojero de Ávila, el perfecto contertulio para hablar de ciclismo de antes y de los campeones de siempre. Ya sea por lo apasionado de la conversación o por mantener la línea, dejaron escapar suculentas bandejas de canapés.

Ilustres. José Ángel Sánchez, Fernando Fernández Tapias, Fernández de Blas, Emilio Butragueño o Miguel Pardeza formaron parte de la altísima representación institucional del Real Madrid. Enrique Cerezo, Antonio Alonso o Guillermo Moraleda se contaron entre los embajadores del Atlético. La relación de personalidades, sólo en fútbol, resultó tan nutrida que es imposible no traspapelar ilustres: Quico Catalán, presidente del Levante, José Luis Astiazarán, presidente de la Liga, Raúl Martín Presa, presidente del Rayo... Sin olvidar, por supuesto, a Vicente del Bosque, seleccionador nacional y hombre al que bastantes besarían el anillo en caso de ser cardenalicio y no pertenecer a Trini.

Y no quedó atrás el cartel de políticos: acudieron Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, Manuel Cobo, vicealcalde de la capital, Javier Hernández, viceconsejero de deportes de la CAM, o Jaime Lissavetzky, exsecretario de Estado para el Deporte y actual portavoz del Grupo Socialista en la ciudad de Madrid. Entre otros muchos.

El revuelo de fans y vahídos, como suele ocurrir (anulado el actor de Hollywood), acompañó a los deportistas, en concreto a Cristiano Ronaldo y Serge Ibaka. El futbolista se acompañó de su representante, Jorge Mendes, y también quiso compartir su galardón con amigos y familiares. El baloncestista acudió con sus compañeros de equipo Felipe Reyes, Sergio Llull y Nikola Mirotic, también premiados.

Espectáculo. La entrega de los galardones (los prestigiosos corazones de hierro de Xavier Mascaró) se hizo en el salón Medinaceli, con Manu Carreño y José Antonio Ponseti, almas del nuevo Carrusel, de maestros de ceremonias. No muy lejos de ellos se encontraba el humorista Carlos Latre. Su primera imitación fue de Manolete, la siguiente de Roncero y quien cerró los ojos los creyó a ambos sobre el escenario. Las declaraciones más jugosas, no obstante, las hizo el Florentino latriano: "Vamos a clonar a Cristiano para reunir así más cristianos que en La Almudena". El crack rió, aunque lo hizo a pierna suelta cuando Latre parodió la proverbial timidez del gran Iniesta. "Todo el mundo sabe que en la Selección la alegría la ponemos Del Bosque y yo...".

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El baloncesto se hizo una foto de familia para honrar, junto a su presidente, Pepe Sáez, el éxito de diferentes generaciones de jugadores. Vero Boquete entregó a las chicas de la Sub-17 el premio y la herencia. Ángel Nieto se manejó con las tablas y la simpatía que acostumbra. José Luis Escañuela, presidente del tenis español, y el querido Andrés Gimeno recogieron el premio por lo que vino y por lo que está por venir.

El ilusionista Jorge Luengo puso la última sonrisa jugando con las manos de Cristiano. Con sus pies no hay quien se atreva.

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