Balonmano | Encuentro de las leyendas del atlético
"La historia nos debe una Copa de Europa"
Nueve exjugadores y extécnicos del Atlético de Madrid recuerdan los distintos tiempos del equipo rojiblanco, que dio lustre al club y que en 1985 fue el primero de España que llegó a la final de la Copa de Europa. Muchos han llorado con esta vuelta de sus colores a la Liga después de 1992.
Sólo ha disputado tres partidos oficiales con la camiseta y el escudo rojiblanco, pero el nuevo proyecto del Atlético de Madrid parece que se asienta desde el primer minuto. En la Supercopa de España, cerca de doce mil espectadores presenciaron en Vistalegre la victoria sobre el Barça, y aunque entre la juventud del Atlético la sección es algo mítico y lejano, la afición más veterana sabe que en su día fue la referencia en España, y que el balonmano le dio lustre y esplendor a su Atleti desde que arrancó en los años cuarenta en el juego a once, hasta que pasó al actual de a siete y en pista cubierta.
Ayer, en Casa Juan, AS reunió a representantes de las varias generaciones del club para hablar de este Atlético de Madrid que vuelve. "Yo estuve en la Supercopa; saludé a mucha gente del balonmano que no había visto en los últimos veinte años", comenta Francisco Parrilla, que fue jugador atlético toda su vida, y acabó de entrenador en el epitafio de la sección en los noventa.
Llanto de emoción.
Rafa Almandoz, portero rojiblanco en los sesenta, del colegio SAFA, y madridista hasta que defendió la portería del Atlético, también apunta que en las última semanas ha coincidido "con muchos atléticos, que han llorado sólo con ver otra vez su camiseta rojiblanca jugar en Madrid".
Todos están de acuerdo que el balonmano se puede dinamizar a partir de la vuelta del Atlético de Madrid a la competición. "Además, lo hace como se fue, siendo como siempre una plantilla grande, que va a luchar por los títulos; el Atlético no puede ser nunca un equipo del montón", asegura Lorenzo Rico, para casi todos los comensales "el mejor portero de la historia", "porque Perramón es un mito, pero ni tenía condiciones ni técnica, aunque lo paraba todo", ironiza Almandoz, un meta bajito "pero felino para llegar a los tiros de éste". Y éste no es otro que Miguel Medina, un lateral de los sesenta que ahora preside la Federación Española de Pádel, pero mantiene sus vínculos con los jugadores rojiblancos.
"Medina es el primer gran jugador del balonmano español", comenta Javier Loinaz, de los sesenta, y otro rojiblanco formado en el colegio Maravillas. También presidió la Federación Española de Balonmano al frente de una Gestora.
-El problema de Medina es que no veía, y podía mandar el balón al tercer anfiteatro (Almandoz).
-Pero ya no, Rafa, que lo veo todo, que me he operado de cataratas (Medina).
Naturalmente, una comida entre glorias rojiblancas no puede ser de guante blanco. Todos se conocen de años, a las mujeres, a las familias, y salen los chascarrilos y los cuchillos de plástico entre medias verdades.
Por ejemplo, Cecilio Alonso, gloria rojiblanca por excelencia, veinte años en el club, lo tiene claro: "La historia nos debe una Copa de Europa, no sólo por la que perdimos nosotros ante el Metaloplastika, que es gloriosa pese a la derrota, sino por la del fútbol ante el Bayern de Múnich".
El partido en Praga.
Y en este punto surgen las discrepancias generacionales.
-Nosotros ganamos al Dukla de Praga, que era el mejor de la historia (Lorenzo Rico).
-Venga ya. Nosotros le ganamos antes (Loinaz).
-Cuando le ganamos, en la semifinal aquella, venía de ser el campeón europeo, Loinaz. Por cierto, este domingo estuve en Praga y a las diez de la mañana, como en nuestra época, televisaban un partido del Dukla actual, en el mismo campo que jugamos nosotros (Cecilio).
Ninguno de ellos ha ganado un título continental con el Atlético de Madrid, aunque Miguel Ángel Aperador, "un universal en la primera línea" a juicio de Juan de Dios Román, fue campeón en la temporada 75-76 con el Granollers "en el primer título continental del balonmano español, en la Recopa". Aperador volvería después al Atlético de Madrid, y actualmente es de los que mantiene las cenas de los jueves de las glorias rojiblancas, y quien anima a sus compañeros a jugar al golf.
Para Manuel Novales, que vino de Zaragoza a Madrid en los años setenta, y se quedó 17 años para ser el capitán durante muchas temporadas y hombre de plena confianza de Juan de Dios Román, "no se puede decir que entonces se fuese profesional, aunque algo sí se cobraba", y recuerda que le convencieron para venir pagándole los estudios, la pensión y cinco mil pesetas de la época.
Aunque no hay acuerdo unánime, se reconoce que el Atlético de Madrid empezó a ser un equipo profesional con Alfonso Cabeza de presidente, a primeros de los ochenta. "Mi mejor contrato fue de diez o doce millones de pesetas anuales, y lo invertía en pisos en los ochenta", apunta Cecilio, que, como Lorenzo Rico, donde realmente tuvo un contrato elevado fue en el Barcelona, donde recalaron tantos atléticos "cuando Jesús Gil empezó a dejar de pagar y a invertir en otros proyectos, como el baloncesto en Villalba", asegura Juan de Dios Román, con quien los que fueran sus jugadores ironizan acerca de su trabajo en el banquillo. "Preguntarle por la segunda parte frente al Dukla", comenta Parrilla. "Eso, eso", al alimón Cecilio y Rico. "Pues nada, yo lo recuerdo como dando un puñetazo en la mesa en el descanso, dejando a los titulares menos a uno en el banquillo, y jugando con juveniles que ganaron el partido", apunta el ahora presidente de la Federación Española, que tiene claro que para dirigir a tantas estrellas como aquellas "en un noventa por ciento tenías que hacerte el tonto, como que no te enterabas, y dejarles hacer".
Relaciones.
Coinciden mayoritariamente en que el Atlético de Madrid "no hace las cosas bien", y se quejan por que nadie les ha pedido colaboración, "cuando realmente se puede ayudar con los contactos que tiene el grupo de veteranos", señalan Aperador y Novales, mientras que Almandoz lo asume porque "el Atleti siempre ha sido así".
Sin embargo, Juan de Dios y Cecilio son menos pesimistas. "Esto se ha hecho en un mes; era entrar en Madrid o desaparecer, y por fortuna el Atlético estaba ahí", señala Juan de Dios, mientras que Lorenzo Rico destaca "a la persona que ha tenido la idea y ha sido capaz de sacarla adelante", porque a ninguno se le escapa que de momento este club de balonmano se llama Neptuno, y que el Atleti sólo es un patrocinador. Con todo, ha vuelto la ilusión a un grupo que mantenía la llama rojiblanca desde una especie de exilio.
Juan de Dios quiso obsequiar a AS con una historia del Atlético de Madrid de balonmano, que es un extracto de la tesis doctoral de Fernando Sánchez Postigo, con el propio Juan de Dios como colaborador. En ese documento firmaron los nueve rojiblancos que estuvieron ayer recordando sus tiempos de jugadores.