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Álvaro Quirós

"Ganar un torneo no es como freír un huevo"

Álvaro Quirós (Guadiaro, Cádiz, 28 años) llega al US PGA de golf, el cuarto 'grande' del año, como mejor español en el ránking mundial, en el puesto 26º. En Augusta fue líder y su nombre suena en EE UU por su gran pegada. Viene de familia humilde y estuvo en la Blume.

Juanma Bellón
"Ganar un torneo no es como freír un huevo"
getty

Vencedor en Dubai, líder en Augusta, sexto en The Players. ¿Una buena temporada?

Sí, el de Dubai fue un torneíto importante. No me encuentro completamente cómodo con mi juego pero aún así consigo buenos resultados. Eso es lo positivo, que cada vez soy más maduro como golfista, tengo más influencia mental en mi juego y sin estar al 100% sigo rindiendo a cierto nivel.

¿Qué le ha hecho madurar?

Simplemente el tiempo. Hay quien madura a los 20 y yo lo he hecho año a año hasta llegar ahora a los 28. Ha sido poco a poco pero no creo que haya cambiado nada radicalmente.

¿Se hace más dulce el camino hacia la madurez ganando un torneo por año (desde 2007 lleva un título por temporada)?

Es importante. Pero este año quiero que cambie. A ver si puedo lograr una segunda victoria. Ya sé que ganar no es como echar un huevo a freír, pero creo que tengo juego suficiente.

Trabaja con una psicóloga...

Sí, empezamos en diciembre. Ya la conocía de antes. Mantenemos el contacto pero no dependo de ella, ni eso es lo que queremos ninguno de los dos, porque el objetivo es que yo sea el que resuelva mis problemas mentales. Eso sí, seguro que el trabajo que estamos haciendo tiene efecto y es positivo.

¿Le molesta que se le califique de pegador?

No, en absoluto. A la gente le gusta ver a los pegadores. Lo que sí molesta es que nos emparejen en los torneos con otros que llegan lejos y nos muestren como gallos de pelea.

¿Se lo piensa ahora más a la hora de coger un drive?

De alguna manera me he vuelto un poquito más conservador. Antes siempre quería dar el golpe perfecto y no siempre lo das. Ahora soy más comedido, me lo pienso más, algo en lo que el caddie también tiene mucha influencia. Creo que eso me ha hecho mejorar estratégicamente.

¿Y cómo vivió el hecho de ser líder en Augusta?

Fue algo muy especial. Allí los medios americanos se vuelven locos. Pero eso fue sólo un detalle y espero que se me recuerde por algo más.

Creció en un campo público.

Sí, en la Cañada de Cádiz. Después estuve tres años becado en la Blume.

¿Nunca le tentó ir a una universidad americana?

Lo intenté, pero yo vengo de una familia humilde que no podía hacerse cargo de la beca. Allí te dan el 70% y en mi casa no podían pagar ese 30%. Pero yo he tenido una buena vida, no me quejo. Los años de la Blume fueron muy importantes. Vi lo que se esforzaban otros deportistas que luego no podían vivir de su deporte, y me di cuenta de lo afortunado que era.

¿Y cómo se maneja en el elitista mundo del golf?

Me da pena que se vea todavía como algo elitista. Lamentablemente no nos hemos podido hacer con la Ryder, que habría sido un empujón a nivel de público, de ingresos y presión mediática. La mejor manera de hacer crecer el golf es hacerlo público y accesible a todo el mundo.

Decía que sigue vistiendo ropa de Zara.

Sí. Hay cosas que no puedo comprar porque yo tengo las piernas muy largas. Pero tengo y compro mucha ropa de Zara. Que tenga un nivel adquisitivo más alto no quiere decir que deba cambiar los hábitos. Obviamente, si me tengo que ir a cenar por ahí me voy, que para eso lucho por el dinero y viajo. Pero sigo teniendo los amigos de siempre.

De los 'grandes', ¿cuál le gustaría ganar?

Cualquiera me valdría, pero el Masters tiene algo muy especial y el British es europeo.

¿Tuvo que elegir entre fútbol o golf?

Sí, pero elegí el golf porque mi padre, jardinero en la Cañada, me orientó. Me dijo: "Mira Álvaro, las dos cosas no las puedes hacer, que tienes que estudiar y eso es lo primero".

¿Es acérrimo del Atlético?

Sí, a muerte. De toda la vida.