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Tenis | Wimbledon

Nadal verá a Murray en su quinta semifinal

Rafa jugó con el pie dormido por una inyección anestésica

<b>ESTIRADA. </b>Rafa Nadal se lanza hacia la red para restar un tiro de Mardy Fish. Su tobillo no se resintió con el esfuerzo.
afp / reuters / getty

Desde 1966 a 2006, casi toda la Era Open, no hubo un solo tenista español en la final del cuadro masculino de Wimbledon. Entre Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario sí firmaron un título (Martínez), en tres finales femeninas. Desde 2006 hasta hoy, ha sucedido un milagro inopinado, el milagro de los panes Nadal y los peces Parera: en el All England, desde 2006 hasta 2011, Rafael Nadal Parera ha llegado a cinco semifinales y cuatro finales que ya le han deparado dos títulos. ¿Cómo?

Nadal explica que "aunque uno tiene su estilo de juego, no se puede ir contra la pista y hay que adaptar ese estilo para que funcione bien aquí. Tampoco se puede subir con nueve de cada diez bolas". Nadal da razones: "Desde que llegué a mi primera final, en 2006, ya tengo las cosas claras. Primero está la mentalidad de competir. En otras épocas y para los españoles, Wimbledon se veía como algo muy lejano. En segundo lugar, es claro que la pista está un pelín más lenta que antes, pero no es megadrástico: se viene haciendo desde finales de los 90".

Así, Mr. Nadal Parera, ya un hijo predilecto del All England Club, pisará mañana su quinta semifinal desde 2006, segunda consecutiva ante Andy Murray, gran esperanza de la Gran Bretaña para conquistar un título negado a todo hombre británico desde Fred Perry en 1936. A Nadal le vendaron con mimo el castigado pie izquierdo y recibió una inyección anestésica con carga para cinco horas. Controlado el dolor del tendón peroneo, Rafa gobernó en 73 minutos los dos primeros sets ante Mardy Fish, número nueve del mundo y primero de EE UU: 6-3, 6-3. En el tercer set, el primer servicio de Nadal bajó al 61% , Fish lo rompió dos veces y se apuntó la manga: 5-7. Pero Rafa se atornilló, lanzó golpes absurdamente asombrosos casi desde la valla de la Pista 1 y liquidó el partido con 6-4 en el cuarto set. Total, dos horas y 53 minutos. Mañana, otra vez Murray. Así de fácil pueden borrarse 40 años.