INDOOR | SPORTING 11 - MALLORCA 4
El Sporting de Gijón se proclama campeón de Liga
Los asturianos participaban por primera vez en la Liga, pero han demostrado una ilusión y un compromiso que ha sido clave para alzarse como campeones en la gran final.
Esta noche se echaba el telón a la Cuarta Edición de la Liga Fertiberia. Nadie o muy poca gente creía a comienzos de año que los dos conjuntos que esta noche saltaban a un abarrotado Pabellón de la Arena estarían hoy a un paso, sólo un paso para proclamarse campeón de una Liga en la que participaban por primera vez, pero en la que han demostrado una ilusión y un compromiso que ha sido clave para dar con sus huesos en la Final.
Sporting y Mallorca no han tenido un camino de rosas a lo largo de su primera avebtura y nadie les ha puesto la alfombra roja para llegar aquí, más bien al contrario, pues han ido dejando tras de sí a equipos de la talla del Barcelona, Deportivo, Betis y Athletic entre otros.
Desde el comienzo, el compromiso de estos dos equipos se trasladó a los clubes de los que forman parte, ayudando en todo lo necesario para que su equipo estuviera representado de la mejor manera posible, dando facilidades y volcándose con la competición, algo que los jugadores recogieron ilusionados y con cierto grado de responsabilidad por defender la camiseta que portaban.
Con la ilusión por bandera y jugadores de auténtico lujo, sólo nos quedaba saber cual de los dos equipos, de los veinte que comenzaron en Enero, se iba a convertir en el mejor equipo de España que por cierto, lo haría por primera vez, tantas como participaciones llevan.
El pabellón de la Arena quería cantar el alirón y para ello habían llenado al completo el recinto gijonés. Querían ver a sus ídolos de hace apenas unos años y cuando el colegiado del encuentro, Carlos Megía Dávila, dio la orden, comenzó la Gran Final de la Liga Fertiberia. Lo hizo con calma, con los dos equipos sin querer arriesgar lo más mínimo y manteniendo su defensa como arma principal frente al equipo rival. Estos primeros compases de partido fueron de respeto mutuo, quizás excesivo por parte de ambos conjuntos, aunque seguramente, alimentado desde la banda por los dos entrenadores. Era el Sporting el que actuaba de local, con la gente a su favor y eran los que tenían que aarriesgar, pero como no lo hacían, el Mallorca se mantenían tranquilo, con Iván Campo ejerciendo de líder de su equipo.
Tardó en moverse el marcador y fue Tomás, recién llegado de un viaje por Sudáfrica el encargado de hacer el primero de la tarde, quizás contagiado por el aire de campeones que aún se debe seguir respirando por el país que vio a España como se proclamaba campeón hace casi un año. Al gol de Tomás le siguió el de Fredi, su mejor socio, quién se encargó de aumentar una ventaja justa por los méritos de unos y otros. Los baleares apenas se dejaban ver en zonas atacantes y cuando llegaban, se encontraban con un perfecto Sergio Sánchez y cuando no eran los palos los que evitaban que algún tanto subiera al electrónico, sobre todo tras un cabezazo de Maqueda al palo después de una jugada de tiralíneas de los bermellones.
La salida al campo de Miguel López y Ramón dieron a los de Pel Jaume mayor profundidad. De las botas del primero llegó el primer gol, que fue neutralizado de nuevo por Tomás al minuto siguiente. Ramón se encargó de meter a los suyos nuevamente en el partido, pero le volvió a contrarrestar Rubén Blaya en la jugada siguiente. Así iba a ser difícil poderse llevar el título a la isla, porque en el toma y daca los asturianos estaban por encima.
La segunda mitad empezó como acabó la primera, con goles esportinguistas, pero con una imagen distinta del Mallorca, que acumulaba ocasiones que no conseguían materializar, mientras que los locales, con el partido controlado, no sufrían por el marcador, que conseguían ampliar poco a poco, desesperando a los jugadores baleares, que les faltó el acierto demostrado en Calafell hace una semana. El Sporting, mantenía el control del partido y jugaba prácticamente a placer, sabeodores que poco a poco estaban consiguiendo minar la moral de un combativo equipo bermellón, pero que no encontraba la forma de batir la meta rival. Primer Sergio Sánchez y luego Ramón pararon todas las ofensivas de los baleares y los jugadores entrenados hoy por la dupla Maceda-Claudio veían que el título sólo tendrían que trasladarlo unos metros, los que separan el Pabellón de la Guía de El Molinón.
El Mallorca, viendo que el partido se les iba en cada jugada decidió poner a Ramón bajo los palos, haciendo las veces de portero jugador, pero sin dar demasiado resultado porque aún quedarían por llegar más goles de los asturianos, por medio de José Manuel, Fredi y el que faltaba, el capitán Abelardo, un auténtico espectáculo. Maqueda maquilló el marcador, pero el partido y la Final ya se habían resuelto hacía unos minutos, lamentablemente para los visitantes y mejor imposible para los locales, que disfrutaban tanto como su hinchada, que cantaba el campeones campeones típico en estos casos.
Sin añadir ni un solo minuto al tiempo reglamentario, Carlos Megía Dávila señalaba el final del partido y el Sporting de Gijón se proclamaba campeón de esta Cuarta edición de la Liga Fertiberia, demostrando que , a día de hoy, son los mejores de España, algo que podrán refrendar dentro de dos semanas, cuando de inicio la Copa, competición para la que están clasificados.
Los baleares por su parte ponen fin a la temporada dando un gran ejemplo de deportividad y profesionalidad, premisas por la que los jugadores de Pep Jaume apostaron al inicio de la competición. A pesar del desencanto final, los componentes del Mallorca deben estar muy satisfechos por su primera temporada, que han acabado con sobresaliente.