El Sporting golea al Atlético

Ninguno de los dos equipos quería quedarse a las puertas de las semifinales, de ahí que los dos entrenadores llevaran lo mejor que tienen, a pesar de compromisos de otra índole. Pero al igual que sucedía en Primera División, un partido como este lo querían jugar todos. Y si no que se lo pregunten al Pitu Abelardo, que viajó a Madrid entre algodones, recuperándose en tiempo récord de un pinchazo en el muslo. El que no pudo estar y fue baja de última hora fue Paunovic, jugador fundamental en este Atlético de Madrid, que se resintió de unas molestias físicas.

Era un día grande para los dos conjuntos que se habían ganado en el terreno de juego la vitola de favoritos para alzarse con el título de liga, pero sólo uno iba a quedar vivo después de los sesenta minutos de juego. Los atléticos, que esta noche actuaban de visitantes llegaban con una exigua renta de tres goles a favor, mientras que los sportinguistas tenían que salir a por todas desde el primer minuto, pero sin perder el orden y la cabeza que les ha llevado hasta aquí.

Con todo, los que se iban a aprovechar de esta situación, eran los aficionados, que poblaron en un buen número las butacas del pabellón Príncipes de Asturias de Pinto para disfrutar de un partido de Fútbol Indoor con mayúsculas y además con espíritu solidario, pues la recaudación del partido se donaba íntegramente a la Fundación Atlético de Madrid y a su proyecto "A Team for the World".

Los dos conjuntos querían pasar y empezó fuerte el encuentro, más que de goles se trata, de emoción e intensidad en los primeros minutos. Nadie se quería ir del partido a las primera de cambio y eran los locales, el Sportung, quién tomó las riendas del juego con un fútbol de combinación que el Atlético se limitaba a defender. Los de San Román vivían agazapados esperando las mortales contras que tan buen resultado les han dado este año. Abelardo ejercía de káiser en la defensa, como en sus años mozos que aún sigue demostrando.

El primero en ver puerta fue Mena después de un potente disparo a portería tras el saque de una falta. La igualdad no tardó en llegar con un disparo de Fredy para más tarde poner a los suyos en ventaja después de una falta que cometió el Mono Montoya por la que vio cartulina amarilla. Los jugadores de ambos equipos no escatimaban en esfuerzos, pero fue Moya quién, tocado por una varita mágica empató el partido para más adelante poner a los suyos en ventaja con un auténtico golazo de vaselina. Respiraban tranquilos los hoy visitantes, pero el Sporting seguía dominando el juego. Con una diferencia de dos goles más los tres del partido de vuelta, Moya y los suyos se lo tomaban con calma, tal vez con demasiada.

Como le sucede al primer equipo en ocasiones, un minuto de total desconcierto hizo que el Sporting cogiera aire y mucho. Pensaban los atléticos que la primera mitad estaba acabada, pero nada más lejos de la realidad. El Sporting tiró de casta y genio para hacer tres goles en tan sólo un minuto, como lo oyen y dejar el devenir del encuentro para los siguientes treinta minutos. Este bajón innecesario lo podían pagar caro los jugadores del Atlético, que se habían ido del partido antes de tiempo.

El Sporting salió con mucha fuerza en esta segunda parte, con las mismas con las que se había ido al descanso diez minutos antes. De ahí que Fredy y José Manuel ampliaran la diferencia en el marcador hasta los cuatro goles. Los de San Román se habían marchado del partido allá por el treinta de la primera mitad y aún no había vuelto. Pero apareció Montoya, clave en este equipo para igualar la eliminatoria con un disparo desde el medio del campo. El gol pareció espolear a los dos equipos, a los que llegaron los nervios por lo mucho que se jugaban, como quedó patente en un rifirrafe entre Moya y Abelardo.

El partido ganaba en emoción cada minuto que pasaba y así se lo tomaban los dos. Con el nueve a cinco del Pitu Abelardo, se ponían por delante en la eliminatoria, pero la empataban de nuevo los atléticos para establecer el mismo resultado que en la ida. Nueve a seis a falta de cuatro minutos. Tomás fue expulsado por parte sportinguista, pero sus compañeros no se querían ir de vacío y abrieron en apenas cuatro minutos una diferencia de seis goles que le costó caro al Atlético.

Arzeno, enfadado por ver como se escapaba el sueño de las semifinales vio también el camino de los vestuarios antes de tiempo y el Sporting, que ofreció más fútbol que en la ida se llevó una maravillosa eliminatoria que tuvo de todo lo que puede ofrecer este deporte. Goles, emoción e intensidad. Señores, hablamos de Fútbol Indoor.

El Sporting se verá las caras con el ganador del Depor - Betis, pero ellos ya han hecho su trabajo. Que pase el siguiente pensarán en Gijón. El Atlético, que echó mucho en falta la baja de Paunovic tendrá que espera a otra temporada para poder seguir acercándose a los puestos importantes y conseguir por fín, el ansiado título de Liga.