El Sporting alcanza los cuartos y acaba con el Celta

Si el primer partido en el Pabellón de Baltar nos había deparado un emapate a nueve goles este segundo iba a ser una fiesta del fútbol, con dos equipos que se jugaban esta noche todas sus aspiraciones a poder estar mañana en el bombo de los cuartos de final de la competición. El Sporting, que actuaba de local no quería sorpresas y un único punto le bastaba para hacerse con el objetivo, mientras que los celtiñas estaban obligados a ganar para poder seguir sintiéndose importantes en esta Liga Fertiberia. Los aficionados celestes querían ver de nuevo a sus ídolos y que mejor manera de hacerlo que esta, en un partido de alto voltaje donde la tensión iba a ser la predominante en el encuentro, más aún sabiendo lo que debían hacer para clasificarse.

El comienzo comenzó con goles, concretamente con dos del Celta en los primeros cuatro minutos de partido, en lo que parecía podía ser un partido plácido para los de Moncho Carnero. El Sporting no había salido aún del vestuario y se encontraba con dos goles en contra sin haber hecho nada por evitarlo, seguramente, confiados en que el partido era largo y no había de qué temer con el equipo que tienen. Los celtiñas lo tenían claro y su objetivo no era otro que abrir distancias en el marcador lo antes posible para evitar más tarde los arreones rojiblancos, conocidos por los equipos a los que se han enfrentado ya, pero que el los vigueses no habían sufrido todavía.

Despertaron muy rápido después de la siesta los hombres de Redondo y comenzó la remontada sacando un fútbol de lujo, de lo mejor que se ha visto esta temporada en los campos de España. El primero en acortar distancias fue David Cano y siguieron Fredy y más tarde Blaya para ponerse por delante en el marcador. En estos minutos, los que separan el seis del nueve, el Celta no se enteró de que lo que había en juego eran más que tres puntos, se trataba de una clasificación para cuartos, algo que todos los seguidores querían conseguir esta noche.

Sólo Ratkovic y Quique llegaban a la portería del Sporting pero Ramón, portero rojiblanco, también jugaba y además lo hacía bien en cada oportunidad celeste. El Sporting era el dueño del partido y no forzaba la máquina más que cuando lo necesitaba, de ahí que jugaran cómodos, sacando la pelota jugada desde atrás sin temor a perderla, con la confianza que da tener jugadores de esta calidad. Una prueba de ello fue una jugada de los locales que duró más de minuto y medio y que terminó con un disparo de David Cano que se fue por poco. El Celta había desaparecido y los asturianos forzaron para ampliar más y más la cuenta de goles hasta llegar a los seis de diferencia al final de los primeros treinta minutos. Un recital de fútbol en Sanxenxo, a pesar de los seguidores del Celta.

La segunda parte arrancó con los vigueses obligados a lanzar todas sus naves arriba en busca de la heroica. Al menos tenían que morir con las botas puestas y dejándose todo en el campo como así hicieron. El Sporting se dejó las ganas de atacar en el vestuario, conscientes de la diferencia que habían abierto en el marcador con un fútbol sensacional, pero ahora tocaba cederle la pelota al rival y esperar las salidas a la contra. El Celta lo intentaba, pero no conseguía acercarse con demasiada claridad a la portería defendida, en esta segunda mitad por Sergio Sánchez, pero al menos quería y no bajaban los brazos.

El primer tanto de los vigueses llegó tarde pero llegó a los catorce minutos, lo que hizo que se animaran tanto los seguidores como los futbolistas, que veían la posibilidad de hacer daño. Un gol más de Fran Caínzos acercaba a los suyos, pero el Sporting despertó y volvió a alejarse en el electrónico, con el consecuente desplome del Celta, que terminó de bajar los brazos en un encuentro en el que los esportinguistas fueron netamente superiores.

Con estos tres puntos, el Sporting se clasifica para los cuartos de final de la competición, mientras que los gallegos se despidieron de la Liga y de la Copa de España, pero han dejado muy buenas sensaciones de cara a la próxima campaña, en la que los de Moncho Carnero seguirán dando guerra. El Sporting por su parte volverá a jugar en el Palacio de la Guía, pero en esta ocasión, unos cuartos de final de los que mañana conocerán su rival.