Turf | 164ª edición del grand national
'Ballabriggs' salta a la fama
Su jockey, Maguire, sufrió una caída la jornada anterior
La 164ª edición del Grand National de Aintree, la carrera de las sorpresas, hizo honor a su sobrenombre. Ballabriggs rompió los pronósticos y se impuso a los grandes favoritos en la carrera de obstáculos más importante del mundo.
Y lo logró en contra de los deseos de la realeza de victoria del favorito Oscar Time, con Sam Waley-Cohen, amigo de la futura princesa Kate Middleton, como jinete, y de los de su dueño, Martin Broughton, ex presidente del Liverpool. Tampoco el ganador del año pasado, Don't push it, tercero, pudo con el ganador, un corcel entrenado por Donald McCann, hijo de Ginger McCann, con cuatro Grand Nationals en sus vitrinas, tres preparando al caballo más mítico de la historia de la prueba, Red Rum, inmortalizado en Aintree.
Hasta su jockey, Jason Maguire, parecía sorprendido y tildaba de "locura" su triunfo. Tenía sus razones. Solo 24 horas antes se encontraba en un hospital tras caerse en los entrenamientos, recibir puntos en un brazo y ser seria duda su participación. Pero ayer no solo se recuperó a tiempo sino que fue capaz de ganar la prueba y lograr, para alegría del propietario del equino, Trevor Hemmings, el más de un millón de euros del premio.
Las 150.000 personas que siguieron in situ la prueba y los 600 millones por la televisión vieron como Ballabriggs, animal de diez años y pelaje marrón, se convertía en el caballo más famoso de Inglaterra. Otros, como Ornais y Dooneys gate, no tuvieron tanta suerte y perecieron por el camino.