SEVILLA 12-REAL MADRID 10 | indoor
El Sevilla fulmina las aspiraciones del Madrid
El Madrid se despide de la competición con cuatro puntos que deja a las claras que este no ha sido su año y deberá resarcirse de este bache el próximo año.
Dos equipos sobre la cuerda floja jugándose sus opciones de seguir vivos en la competición. Y lo hacían lejos de la moqueta de los pabellones para disputarse sobre césped artificial en el Colegio Internacional de Aravaca. El mejor de los escenarios para intentar el asalto a la segunda posición que les diera posibilidades aún de seguir vivos en esta Liga Fertiberia.
Dos de los mejores equipos de la competición en apuros, pero con las fuerzas y jugadores importantes suficientes como para sobreponerse a las adversidades de una Liga que ha ido mejorando el nivel con el paso de los años. Los dos conjuntos han fallado en esta Temporada Regular pero hoy querían reivindicarse, con permiso, eso sí, del Real Betis, que la semana que viene decidirá ante el Atlético de Madrid, que otro conjunto acompaña al rojiblanco en la siguiente ronda. Un empate al término del encuentro clasificaba al Betis, así que los dos tenían una consigna clara. La victoria.
Con unas gradas repletas de espectadores y el pitido inicial del colegiado Ricardo Alfonso Álvarez comenzaba el encuentro más decisivo de la jornada, por lo muchos que había en juego para los dos equipos.
El encuentro arrancó con calma por parte de los dos equipos aunque Luis Gil no tuvo demasiada al anotar el primero en la primera llegada sevillista. Aunque empató Alfonso en el cuatro, los dos contendientes apenas creaban ocasiones de gol, pasando por el proceso de adaptación conveniente con el fin de adaptarse a este césped artificial. Era el Madrid el que manejaba más la pelota, sin ocasiones importantes para la portería de Fernández, que con los pies tuvo más trabajo que con las manos en estos primeros compases. El Sevilla se mostraba más solvente en el ataque, con salidas al contragolpe que ponían en dificultades a Contreras, bien de reflejos pero algo dubitativo en sus intervenciones.
Se adelantaron los madridistas por medio de Dani, que fue contrarrestado por Alfaro de espléndido disparo con su pierna izquierda, la mejor de las dos que tiene el maño. Con el paso de los minutos y el cansancio, el partido se abría, con jugadas rápidas con las que ambos equipos se aproximaban a las dos porterías, en las que los porteros ya se habían calentado a base de pelotazos. El empuje y calidad de Luis Gil podía con los defensas del Real Madrid, que no terminaban de pararle en sus arrancadas. Con Tevenet algo más apagado que de costumbre, el alicantino tomó las riendas ofensivas de su equipo.
Bueno, él y David de Dios. El defensa izquierdo hizo un gran gol de falta, pero no debió de quedar contento porque cerró la primera mitad con un gol desde su propia área, cuando Contreras se había adelantado para actuar como un jugador más. Golazo que cerraba una primera mitad en la que el Madrid fue a remolque y tuvo en Alfonso a su mejor futbolista.
El segundo período comenzó con dominio madridista o mejor dicho, con dominio de Iván, que destapó su calidad en apenas dos minutos para poner una diferencia de un minuto. Las cosas habían comenzado muy bien para los hombres de Morales en esta segunda mitad y querían continuar así. El fútbol se volvía loco por momentos, con poco dominio de los dos, pero llegando a puerta continuamente. Así se acercarían los sevillistas en el marcador, con Luis Tevenet, un tanto apagado durante el encuentro, que apareció cuando su equipo más lo necesitaba y empatar un encuentro que se complicaba. El segundo tanto del sevillista fue un espectáculo de calidad y picardía, la que tienen los grandes jugadores.
El Madrid, como le ha venido sucediendo esta temporada, se vino abajo en el tramo más decisivo del partido, cuando los entrenadores dicen que se ganan o se pierden encuentros y eso mismo es lo que le ocurrió a los blancos. El Sevilla, con todo a favor, puso un parcial de cuatro goles a cero que se le hizo muy cuesta arriba a los blancos, que apretaron hasta el final en busca de la victoria, que ya era para el Sevilla desde hacía unos minutos, justo cuando Tevenet les había dado alas con dos goles consecutivos.
Así las cosas, el Madrid se despide de la competición con cuatro puntos que deja a las claras que este no ha sido su año y deberá resarcirse de este bache el próximo año. Los sevillistas, por su parte, mantienen muy vivas sus opciones de clasificación, que pasan, después de conseguir estos tres brillantes puntos, porque el Atlético venza el viernes que bien al Betis en este mismo campo. Hoy sonríe el Sevilla mientras que el madridismo se lamenta de la ocasión perdida.