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Euroliga | Budivelnik 80 - Cajasol 77

La Europa del baloncesto pone en su mapa al Caja

El Cajasol va a vivir dentro de dos semanas el momento más importante de sus 24 años de historia. Tras dos subcampeonatos de Liga y uno de Copa, en Treviso se le presenta la gran oportunidad de levantar un título. Plaza ha conseguido devolver la ilusión a la Sevilla cajista.

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<b>CON MUCHO OFICIO. </b>El joven talento Satoransky hizo un buen partido. En la imagen, supera la defensa de Lukashov.
CON MUCHO OFICIO. El joven talento Satoransky hizo un buen partido. En la imagen, supera la defensa de Lukashov.

La bocina final del destartalado Meteor, un cocherón digno del viejo comunismo, se escuchó mucho más lejos de Dnipropetrovsk y no llegó sólo a Sevilla. Rebotó en todos que han colaborado durante casi 25 años de historia para que el baloncesto tenga en su hueco en Sevilla. En jugadores de la casa como Benito Doblado y Raúl Pérez. En extranjeros esforzados, profesionales y cualificados que le dieron al viejo Caja San Fernando un salto de calidad (Lockhart, Jackson, Turner y Scott) y por entrenadores como Mario Pesquera, Asa Petrovic o Javier Imbroda, precursores de Joan Plaza, el entrenador que quedará grabado con letras de oro en la historia del Cajasol, que por primera vez siempre estará en la Final Four de la Eurocup.

En el imaginario del baloncesto español es una gota de agua, pero para Sevilla es una gesta y así se debe valorar. Detrás de una eliminatoria relativamente sencilla ante el semi-desconocido Budivelnik, se esconde un año de pequeñas picas históricas clavadas con esfuerzo verdadero. En Jerusalén, ante el clásico Hapoel. En Berlín, ante otro habitual, el Alba. Un año europeo por el que el Cajasol ha tenido que no estar en la Copa y despistarse en el último mes de la ACB.

Y pagar las consecuencias físicas. Ayer terminó con Calloway lesionado en su tobillo derecho, con el excepcional pívot norteamericano Paul Davis calentando en una esquina para aliviar sus tremendos dolores en la espalda. Davis apenas podía moverse pero quiso escribir su nombre en un acta histórica y jugó como pudo.

Una muestra de compromiso, de lo que ha puesto el Cajasol para estar en Treviso el próximo 16 de abril. Hasta Louis Bullock, el hombre que sueña con el MVP de la Final Four, también desgastado por los años de esfuerzo.

El banquillo del Cajasol se llenó de ilustres que aplaudieron las hazañas de los secundarios, la mejor demostración de la solidaridad que ha llevado al éxito al conjunto hispalense. Detrás del banquillo, Leo Chaves (director general) y Juan Llaneza (director deportivo) saborearon el éxito porque el Caja sólo tuvo un momento de apuro (40-30). El resto del partido fue un ejercicio profesional que desembocó en los abrazos al final del choque. En la satisfacción del trabajo bien hecho. La Europa del baloncesto ya ha puesto Sevilla en su mapa.