Los veteranos del Atlético ganan a los del Real Madrid

De aperitivo del derbi madrileño que mañana se disputa en el Calderón, la jornada 10 de Liga Fertiberia nos deparaba el mismo encuentro, pero esta vez de Fútbol Indoor y con futbolistas que en sus tiempos se enfundaron la mismas camisetas que mañana se pondrán otros, pero para defender a las primeras plantillas de cada uno de los clubes. Muchos de los que hay saltaron a la moqueta instalada en el Pabellón Municipal de la Luz de Tres Cantos revivieron aquellos partidos en los que congregaban a millones de personas de personas delante de un televisor para presenciar el que era el partido de la jornada y que seguirá siéndolo aunque ahora los blancos estén un punto por encima de sus vecinos rojiblancos.

Como he escuchado desde niño, estos partidos son especiales por la carga emocional que tienen para las aficiones, además de por los tres puntos en juego, que no le vienen mal a ninguno. Sin ir más lejos, esta noche eran los atléticos quiénes defendían el liderato de su grupo, con el Real Madrid a dos puntos de distancia con los mismos partidos jugados.

En los prolegómenos, se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de Japón, así como por Adrián Escudero, máximo goleador rojiblanco en la historia de la Liga, fallecido la semana pasada. Con escuchar el nombre de Escudero muchos nos ponemos de pie y eso mismo hicieron los más de dos mil aficionados que abarrotaban el Pabellón Tricantino antes de que el colegiado internacional Esquinas Torres, decretase el inicio del choque.

Los dos equipos empezaron fuertes, con un Amavisca muy inspirado en estos primeros compases de partidos, en los que anotó el primer tanto y dejó unas cuantas ocasiones desbaratadas por Montoya. Los rojiblancos no se amilanaron y cada gol madridista era igualado rápidamente por los hombres de San Román, sabedores de la importancia de no perder este encuentro, al que iban como primeros y por ende, eran favoritos según lo demostrado en los dos partidos anteriores.

Gabi Moya se erigió en la bandera del equipo, aglutinando las ocasiones más importantes del Atlético y marcando dos goles en apenas nueve minutos. El partido tenía ritmo y ocasiones, la salsa de este deporte, sin tregua para ninguno de los dos. Por ello los cambios en los dos conjuntos fueron continuos, si apenas tiempo a entrar en calor, o bien al contrario, los futbolistas entraban, lo daban todo y se refugiaban en el banquillo a la espera de volver a entrar.

La igualdad en este primer período fue la constante y la alternancia en el marcador también. Empezaron dominando los madridistas, luego fueron los rojiblancos quién estuvieron por delante en el marcador para que finalmente, fuera el Real Madrid el

que diera la vuelta al partido en un solo minuto con goles de Dani y Ramis, que pusieron el siete a seis a su favor al final de los primeros treinta minutos de partido.

Destacar la bella factura de los goles marcados por ambos equipos. Si Dani García Lara la ponía en la escuadra de Montoya, Moya driblaba a dos defensas para ponerla donde Contreras no podía llegar. El madridista Ramis, un experto en golpes francos hizo sus dos primeros goles del año de falta directa, con una potencia en el disparo espectacular.

La segunda mitad arrancó con el Atlético enrabietado por los dos goles en un solo minuto y ahora le tocó el turno al serbio Paunovic, uno de los mejores jugadores de la competición. Lo demostró en los diez primeros de esta segunda mitad con tres tantos para enmarcar. De tiro lejano, de picardía y uno de jugada personal en el que después de marcharse de Ramis en la valla lateral le levantó la pelota a Contreras con un leve toque. Sencillamente espectacular. Gabi Moya estableció la mayor renta del encuentro, con tres goles a favor de los atléticos con veinte minutos por jugarse todavía.

Los blancos tardaron catorce minutos en hacer el primer gol por mediación de Alfonso, que fue rápidamente contestado con otro de Paunovic, el auténtico líder del Atlético. Los minutos finales fueron frenéticos, con los jugadores madridistas yendo a por los goles que les dieran al menos el premio del empate. Ramis, el mejor de los blancos puso a su equipo a dos goles faltando diez minutos, pero los rojiblancos supieron controlar a las mil maravillas los minutos finales del encuentro, en los que desperdiciaron numerosas ocasiones de gol que les pudiera dar mayor tranquilidad. El partido lo remató el rumano Contra en el último minuto de partido, aunque tiempo habría para que Velasco hiciera un golazo y Alejandro tuviera su justo premio al trabajo realizado.

Tres puntos para el Atlético que les deja más líderes y que complica mucho las cosas al Real Madrid para clasificarse para los cuartos. Los madridistas ven además como pierden su primer derbi ante un equipo que permite soñar a su sufrida afición. Mañana veremos si esta victoria tiene su continuación en el Calderón, pero eso ya es otra historia.