El Sevilla gana su primer partido en un derbi igualado

Un derbi es un derbi y este además sirve como aperitivo del que el domingo disputarán estos dos conjuntos en la máxima categoría del fútbol español. Dos equipos que mantienen una rivalidad histórica se juntaban esta noche en el Centro Deportivo Amate para conseguir sus primeros tres puntos. Los locales, el Málaga, porque perdió en su primer encuentro ante el Atlético de Madrid, dejando, eso sí, una gran sensación, de equipo importante, mientras que el Sevilla disputaba esta noche su primer encuentro en la Liga Fertiberia, con algunas bajas notables, pero con novedades importantes en su convocatoria.

El Málaga C.F, dirigido por Antonio Ruiz Hierro dio la cara en su partido anterior, teniendo muy claras las claves de este fútbol al que no estaban acostumbrados. Disparos a puerta desde cualquier posición del campo y una férrea defensa son los métodos diseñados por su técnico para esta competición. Por parte de los sevillistas, José Juan Luque y Pablo Alfaro eran novedades por distintos motivos. El primero por debutar en este deporte y el segundo por volver a un campo de Fútbol Indoor después de un año de ausencia por motivos profesionales.

El partido arrancó con dos goles rápidos, uno para equipo y el dominio del cuadro visitante, el Sevilla, que arrinconaba al Málaga en su portería. Estos, dejándose dominar claramente, salían a la contra con fuerza y calidad, sobre todo cuando el balón pasaba por las botas de Manu y Valcarce, que se encuentran para seguir en primera. Del lado sevillista, Juan Carlos lo intentaba una y otra vez, y con la misma frecuencia se encontraba con Haro, que dio una verdadera lección bajo palos. Paró todo lo que llegó en esta primera mitad, con intervenciones de mucho mérito.

Visto que el marcador no se movía, fue Pablo Alfaro, capitán sevillista, quién decidió disparar desde todos los lugares posibles, casi siempre, desde lejos, intentando sorprender, pero sin conseguirlo. La fuerza física de Masegosa se notaba, como también se hacía notar Capi, un correcaminos que parece no notar el cansancio. El marcador no volvió a moverse hasta el minuto diez por medio de Manu, pero poco duró nuevamente la ventaja. Empató Luis Gil a los tres minutos.

Los minutos pasaban y el partido ganaba en emoción y oportunidades para ambos equipos, pero no fue Basti hasta el minuto 27 de esta primera mitad, cuando volvió a adelantar a los suyos con un precioso disparo que se coló por el palo izquierdo de la meta de Fernández. Los malacitanos se las prometían felices al creer que llegarían al descanso con el marcador a su favor, pero esto es Fútbol Indoor, y como el Sevilla en esto tiene más experiencia, siguieron peleando hasta marcar tres goles en apenas dos minutos, que daba la vuelta al electrónico, cambiando la cara de los jugadores del Málaga, que se iban al vestuario perdiendo por tres goles a cinco.

Dejaron todo para la segunda parte, como tienen que ser estos partidos y bien que lo dejaron porque la segunda parte fue la más igualada que se recuerda por estos lares. El Málaga salió enchufadísimo en esta segunda parte, marcando rápido tres goles que le ponían por delante. Servia, delantero malaguista cuajó un gran partido anotando tres goles, dos de ellos casi seguidos que pusieron al cuadro de Antonio Hierro con el marcador en franquicia.

El partido se volvió loco en este período, con el Sevilla con pocas ganas de dejar que sus vecinos se llevaran los tres puntos para Málaga y forzaron la máquina en todos los aspectos porque Capi, jugador de sangre caliente vio dos amarillas en apenas dos minutos que le obligaron a marcharse a los vestuarios. Quizás la pudo ver antes por un injustificado codazo a Kuni cuando los dos luchaban por una pelota.

El conjunto malagueño mandaba con dos goles de diferencia a diez minutos del final, pero los sevillistas querían más y consiguieron dar la vuelta al partido con tres goles seguidos, dos de ellos de Tevenet, pura clase y conseguir, a pesar del esfuerzo del Málaga, tres puntos que le saben a gloria.

Con esta derrota, el Málaga se complica muy mucho la clasificación para los cuartos pero esta noche en Amate demostró que tiene equipo de sobra para poder hacer algo grande, sino en esta, en próximas temporadas.