Dallas ya es una fiesta... menos para las estrellas

Los jugadores de Pittsburgh y de Green Bay volvieron ayer al colegio y sus profesores-entrenadores les repitieron muchas de las cosas que escucharon cuando eran unos niños y jovenzuelos: está prohibido beber, alejaros de las sustancias prohibidas, dejad las armas en casa y cuidadito con las señoritas de la noche.

Ambos cuadros que jugarán el domingo la Super Bowl recibieron la información sobre lo que los dos clubes y la NFL espera de ellos. Son las reglas de comportamiento necesarias para evitar escándalos e incidentes.

Dallas es una de las ciudades norteamericanas donde se pueden encontrar más razones para olvidarse del Gran Partido. Sus clubes de strip-tease son famosos en todo el país. Los propietarios de algunos de ellos han dicho que se necesitarán hasta 10.000 bailarinas para atender la demanda de miles de aficionados varones.

Por eso se espera una masiva llegada de "strippers" desde Arizona, California y Louisiana que aterricen esta semana junto con los espectadores, jugadores e invitados de la NFL que acudan al encuentro.

"Espero que nadie cometa alguna estupidez porque en los tiempos que vivimos con las cámaras de los teléfonos, Twitter e Internet te pueden pillar en un segundo", advierte Mike Ditka, el analista de televisión y antiguo entrenador de los Bears de Chicago.

Mike McCarthy, el preparador de Gren Bay, habló ayer con sus hombres y les entregó un libro con las actividades que tendrán, hora a hora, y las reglas que deben seguir. Habrá un toque de queda para que regresen al hotel, se prohibirá visitas en su habitación, incluso de sus esposas y novias, y habrá abundantes multas en caso de que haya violaciones a las reglas internas.

La semana de la Super Bowl está llena de incidentes y arrestos horas antes del encuentro por consumo de drogas. Ha habido futbolistas que han cruzado la frontera rumbo a Méjico para buscar prostitutas, otros se han emborrachado y sus equipos les han podido saltar al terreno de juego... Ray Lewis, defensor de Baltimore, estuvo involucrado, en el año 2000, en una pelea a las afueras de un club de alterne de Atlanta en el que resultaron muertos dos hombres. Un año después, libre ya de cargos, ganó la Super Bowl con sus Ravens.