"Ahora nuestro gran objetivo son los Juegos"

La medalla de bronce siempre sabe bien. El tópico dice que mejor que la plata. Sea como fuere, la Selección llegó ayer a Madrid con honores de campeona. Y es que desde la expedición siempre se afirmó que el preolímpico era el objetivo en el Mundial, sólo allí, inmersos en una dinámica positiva en el torneo sueco, las medallas empezaron a ser la gran meta.

"Tras lo que ocurrió con Dinamarca en semifinales, parece que se nos escapó la oportunidad de estar en la final, pero si nos llegan a decir que ganaríamos el bronce...", se sinceraba José Javier Hombrados, un hombre que ha vivido los grandes momentos de gloria y también las penurias de la Selección durante sus más de 200 internacionalidades. Nadie mejor que él para valorar este éxito y no tiene dudas: "Sabe a oro".

Lo que sí es cierto es que la medalla y la forma de ganarla han devuelto a España "a la élite del balonmano" de donde, como comentó a su llegada el presidente Juan de Dios Román, no debió salir: "Porque es su sitio. La Selección está en un proceso ascendente y en la buena dirección. Este grupo ha sufrido mucho, y de ahí se ha encontrado la cohesión. Esta medalla nos sabe a gloria".

Un resultado que, de paso, refuerza al seleccionador, Valero Rivera: "Más que quitarme una espina, mi satisfacción está en que se reconozca el gran trabajo de estos jugadores, que lo han dado todo. Han conseguido que a España se le vuelva a tener respeto en el ámbito internacional. Y eso lo han conseguido porque su entrega ha sido absoluta". Y no elude responsabilidades: "Es normal que ahora se nos exija más en las próximas citas. Primero, el Europeo de Serbia". Aunque, sobre todo, como coincidían muchos, la cita olímpica del año que viene en Londres: "Los Juegos son el gran objetivo de este grupo".

Entrerríos. Pero entre tanta euforia, cariño para los hermanos Entrerríos, que perdieron a su madre justo antes del Mundial. "Este bronce tenía una dedicatoria clara. Tanto para mí como para mi hermano fue una motivación extra porque queríamos dedicarle algo importante", aseguraba Alberto. De ahí que tras terminar el encuentro ante Suecia ambos jugadores se fueran a abrazar a su padre, José Manuel, quien a su llegada a Madrid se mostraba muy orgulloso: "Estos chicos han demostrado un extraordinario carácter y raza para sobreponerse a algo tan doloroso. Vinieron a abrazarme de forma totalmente espontánea y todos sabíamos lo que significaba. Era una forma de decir 'va por ella".