Joseja Hombrados fue un muro para Noruega

Por fin una victoria cómoda, ortodoxa, sin remontar más allá de 0-2 inicial de los tres primeros minutos. Esta vez, sin sobresaltos, si descontamos los últimos minutos con ese parcial de 0-4 que nos confundió en la victoria para dejar el sobresaliente en notable. Lo importante, España sigue el camino hacia las semifinales, y mañana se puede despejar ante Islandia, que cayó ayer contra Alemania.

Posiblemente el de ayer sea el partido más completo de la Selección porque la defensa estuvo bien, y el ataque mejoró muchos enteros. Excelente la continuidad, el movimiento de los jugadores, la circulación. El día en que el juego daba la sensación de estar equilibrado, pese a las 16 pérdidas de balón, algunas por falta de concentración.

Tampoco hubo dependencia de la creación de Alberto Enterríos, ni de encontrar a Julen Aguinagalde en el pivote.

Todo esto vino gracias a la defensa y a un Hombrados inspirado, que acabó con un 41% de aciertos, aunque durante todo el choque estuvo en torno al cincuenta por ciento: paró los tres lanzamientos de siete metros noruegos.

El único lunar defensivo estuvo en el juego del pivote nórdico. Myrhol fue el único recurso rival, que repitió la misma jugada del dos contra dos hasta nueve veces (7 de 9), y no la llegó a controlar España.

Una variante de Valero: jugar de salida con sólo un cambio, Aguinagalde por Garabaya, haciendo defender a Alberto Entrerríos y a Chema juntos, con un extremo en avanzado. Doble lectura: para evitar los saques rápidos del rival, y para dar aire a Viran Morros y a Garabaya (media parte para cada uno) pensado en Islandia, que es mañana, pero un buen entrenador va por delante.