La Selección necesita derrotar hoy a Egipto

Una vez le pregunté a un entrenador que si había hecho números respecto a las cábalas para una clasificación. Fue categórico: "Nosotros ganamos, y ya está". Pero al irse se le olvidaron las notas, y tenía apuntadas todas las posibilidades de cómo reaccionar según fuese el marcador. Es decir: hoy, frente a Egipto, se gana y punto. Pero si por un casual las cosas se tuercen, no se puede caer por más de tres goles; si se pierde por cuatro, la clasificación para la segunda fase pasaría por ganar a Francia.

El último España-Egipto fue no hace ni tres semanas, en Murcia, en el Torneo Internacional. Y si esa referencia es buena, habría que pensar que esta noche habrá que refrendar la clasificación por lo menos con dos puntos. Allí ganó España con tanta suficiencia (37-21) que no es para ponerse a temblar ante el poderío egipcio, por más que a Túnez le derrotase con más solvencia que España.

Históricamente, Egipto fue en 2001 el primer país no europeo en disputar unas semifinales en unos Mundiales (Túnez, el segundo, en 2005), pero no parece que ahora tenga el mismo nivel de aquel grupo.

Moral.

Por lo que respecta a España, el triunfo ante Alemania ha sido una inyección de moral para el grupo, y una confirmación para algunos jugadores. Otros tuvieron ayer charla con Rivera, en especial los centrales: en el juego ofensivo la Selección está teniendo muchos problemas para atacar frente a defensas ya organizadas, y Chema, Raúl Entrerríos y Cañellas tienen la obligación de subir su aportación: leer el juego, crear, no perder balones, y aportar en ataque. Para hacer algo grande, se les necesita.