Guardiola, Jurkiewicz y Lazarov fueron letales

La última referencia entre ambos equipos era tan apretada (ganó el Ciudad Real por un gol en el Huerta del Rey) que uno podía relamerse mientras se frotaba las manos ante un espectáculo de primera, con dos equipos aguerridos, con músculos y kilos para atacar y defender, con talento e imaginación desde los extremos... Con todo lo que requiere este juego para ser un espectáculo.

Por eso, el desenlace de una hora de juego resulta decepcionante, y hasta doloroso, con un Valladolid tan inferior que al final el Ciudad Real levantó el pie, se puso a descansar y evitó una goleada impropia, porque mediada la segunda mitad aquello iba por los nueve tantos de margen.

De entrada, intercambio de goles, y defensas puestas en la pista sin más: 6-0 el Valladolid y 5-1 el Ciudad Real. Luego, en un plis plas, cinco minutos brillantes de los manchegos y del 8-8 al 13-8, un 5-0 que sentenció cualquier atisbo de pelea.

Fue el día de los lanzadores del Ciudad Real: 20 goles entre Jurkiewicz, Guardiola y Lazarov... Daba igual que Perales penetrase con traquilidad, que Edu Fernández se moviese como pez en el agua en los seis metros, que los extremos titulares Joli y Tvedten marcasen algunos goles plásticos, porque ellos simplemente maquillaban el marcador ante un Ciudad Real que se dosificaba pensando en la final de esta tarde ante el Barcelona.