"Tratamos de no perder el buen humor en el viaje"

La Selección femenina, que disputa a partir de mañana el Europeo en Dinamarca y Noruega, acabó ayer a medianoche su odisea de 32 horas viajando a causa de la huelga de controladores aéreos. El momento más duro fue el trayecto Madrid-Lyon porque tuvieron que pasar la noche del sábado al domingo durmiendo en el bus. "Cada una hizo lo que pudo. Dormí en dos asientos, otras en el suelo", comentaba Silvia Navarro, una de las porteras, que destacó lo único bueno de la experiencia: "Intentamos no perder el buen humor. El grupo ha salido reforzado". Mañana juegan ante Rumanía, "un equipo duro". Esperan "no notar el cansancio".