Entrerríos rescató ayer al Ciudad Real frente al Valladolid

El Ciudad Real respiró cuando García Parrondo cortó el último contragolpe del Valladolid. Era la jugada del partido, y casi de la Liga: no ganar en el Pisuerga era despedirse de la Liga, y la verdad es que el conjunto de Pastor tuteó al campeón de Liga, y le sacó a relucir un grave problema defensivo: Edu Fernández, en el pivote (7 goles) se manejó son soltura entre Dinart, Morros y Cañellas, por ejemplo.

Pero el Ciudad Real tiró ayer de dos hombres, un Sterbik que sacó muchos balones en el uno contra uno, y un Alberto Entrerríos que se convirtió en el único argumento visitante desde los nueve metros.

Posiblemente el de ayer fue el mejor partido del asturiano en la temporada, el hombre que respondió a la ilusión del Valladolid, y el que mantiene vivo a su equipo.