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Mundial Voleibol (F) | Rusia 3-Brasil 2

Rusia gana su séptimo título

Ambos equipos llegaban invictos a una cita que acabó de modo idéntico a lo acaecido en Osaka, el 16 de noviembre de 2006. Las europeas también vencieron ese día en la ''muerte súbita''.

Rusia volvió, como hace cuatro años, a truncar las ilusiones de la selección femenina brasileña de conquistar el primer Mundial de su historia al imponerse por 3-2, en la final disputada en el estadio Yoyogi de Tokio.

Ambos equipos llegaban invictos a una cita que acabó de modo idéntico a lo acaecido en Osaka, el 16 de noviembre de 2006. Las europeas también vencieron ese día en la ''muerte súbita''. La de hoy fue una final de altura, con el campeón olímpico (Brasil) y el defensor del título (Rusia) sobre el parqué. Y no defraudó. Durante una hora y 58 minutos las dos selecciones ofrecieron una exhibición del mejor voleibol.

Las brasileñas mostraron una gran ambición en su tercera final mundialista y arrancaron con un esperanzador 5-1, una ventaja que fue en aumento conforme avanzaba el set (3-8, 13-10). Rusia reaccionó de la mano de Ekaterina Gamova, a la postre máxima anotadora del choque con 29 puntos.

La opuesta europea, con sus 2,02 centímetros de altura, y Sokolova acabaron convirtiéndose en las piezas decisivas de su equipo. Rusia llegó a situarse a sólo un punto (13-14), pero un tiempo muerto solicitado por Zé Roberto Guimaraes, seleccionador brasileño, y pequeños ajustes en la formación permitieron a Brasil anotarse la primera manga (25-21).

En la siguiente fue Rusia quien asumió el mando (5-8, 12-19, 20-16). Ni el buen rendimiento en ataque de Jacqueline y Sheilla bastaron para que Brasil pudiese inquietar el triunfo parcial de sus adversarias. No obstante, las sudamericanas no se rindieron y completaron una tercera manga de un modo impecable (11-8, 19-14 y 25-20).

La derrota de Brasil comenzó a forjarse en un cuarto parcial para olvidar. La pérdida de concentración, los errores no forzados, la escasa precisión en la recepción y en defensa pusieron en bandeja el éxito ruso (14-25), que desembocó en la disputa del desempate. Gamova y Sokolova asumieron, casi en exclusividad, la responsabilidad en ataque en la manga decisiva. Y no fallaron. Brasil se quedó de nuevo a las puertas de la gloria.