Alonso lidera el Mundial y aspira al tricampeonato

Sin ser el pionero español de la F-1, Fernando Alonso ha logrado que un deporte que hace sólo una década era seguido por una minoría, en la actualidad genere diariamente páginas en los medios escritos y horas de información en radios y televisiones. Por no hablar de la ingente cantidad de noticias que Internet produce casi cada segundo. Boxes, pitlane, slicks o Conducto F ya forman parte del vocabulario de todo buen aficionado al deporte en nuestro país.

Y es que el bicampeón asturiano, inmerso actualmente en la batalla por lograr su tercer Mundial, ha entrado de lleno en la historia de una especialidad en la que España sólo jugaba un papel secundario, casi inexistente. Desde su llegada, todo ha cambiado. 26 victorias y dos títulos más tarde, este ovetense de 29 años es uno de los grandes de la F-1. Hizo el rodaje en Minardi, se licenció entregando un doble regalo a Renault, rozó la gloria en una batalla fratricida en McLaren, regresó a su casa francesa para salir del infierno británico y, en 2010, ha recalado en Ferrari, la Scuderia, el equipo más mítico, el que creó un fanático de los automóviles y al que añadió los valores de un héroe de la 1ª Guerra Mundial, el Conde Baracca, el homenaje a los italianos caídos y el orgullo del lugar que le vio nacer, Módena. Todo ello lo simbolizó con el Cavallino Rampante.

Nueve podios y cinco victorias son la respuesta al duro trabajo de Alonso esta temporada y la razón por la que lidera el Mundial viendo por el retrovisor a los Red Bull de Webber y Vettel y a los McLaren de Hamilton y Vettel. Quedan las batallas de Brasil y Abu Dhabi, pero Fernando y su gran aliado, el F10, están listos.