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Más deporte | Viva la madre que te parió

"Arturo ganó su primera medalla con seis meses"

Celia Alda, licenciada en Empresariales, desveló a su hijo Arturo Casado una primicia ante AS: que había ganado una medalla de natación con seis meses. El padre del campeón es Laureano, que ha participado en 25 reportajes de 'Al Filo de lo Imposible'.

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<b>LA SEGUIDORA NÚMERO UNO. </b>Celia Alda dio una educación muy deportiva a su hijo, Arturo Casado, al que sigue a todos los campeonatos.
carmen tudel

Arturo, hijo, te voy a dar una noticia: ganaste tu primera medalla a los seis meses". Casado, campeón europeo de 1.500, que el domingo hizo su mejor marca en Berlín (3:32.70), pone cara de extrañeza, y su madre, Celia Alda, licenciada en Empresariales y funcionaria (lleva todas las cuentas de su hijo), procede a desentrañar el misterio: "Tu padre y yo decidimos llevarte a hacer natación, porque eras regordete, y organizamos una competición a lo ancho de la piscina, unos diez metros. Yo te llamaba, tú nadabas... y llegaste el primero".

Arturo Casado, vallecano de Santa Eugenia (aunque ahora reside en el Ensanche), ha vivido siempre en un ambiente de cultura y deporte. "Con 23 meses tuvo sus primeros esquíes, de andar, no de esquiar, pero allí estaba con ellos, en la nieve; ha sido el piloto más joven de España en parapente, con 9 años; con 11 hacía vuelos serios; con 10, puenting, y antes que todo eso subió con su padre en ala delta con sólo tres meses", dice la madre del campeón, asistida a veces por Laureano, el padre, un psicólogo que ha intervenido en 25 reportajes de Al Filo de lo Imposible.

Precisamente el programa fue motivo indirecto de que Arturo comenzase en el atletismo. "Su padre iba a intervenir en un reportaje en el que debía subir una montaña de más de 7.000 metros, se hizo un reconocimiento médico y le aconsejaron que se entrenase y que dejase de fumar. Y así lo hizo. Comenzó a correr con Arturo, que entonces tenía siete años", cuenta Celia. "Y corría que se las pelaba", apostilla Laureano.

El campeón iba a un colegio en el que, los fines de semana, los profesores llevaban a los chicos a competir con otros centros. Ahí nació como atleta. "Sufro al verle correr, me pongo muy nerviosa", cuenta Celia, que recuerda los Europeos en sala de Madrid 2005: "Allí se cayó y a veces han tenido que retirarlo en camilla. Yo no lo he visto; Arturo me lo ha contado". "Pero mamá, sólo ha pasado una vez, en cross...". "Ya, pero me imagino que puede volverte a suceder y...". Aunque no todo son nervios. Celia no lo pasó mal en Barcelona: "Le vi sobrado, tuve claro que ganaba".

Los padres de Arturo suelen viajar para verle competir. "Lo hacemos siempre que podemos. Estuvimos en los Europeos de Gotemburgo, en los Mundiales de Berlín, los Europeos indoor de Turín... Es que Arturo casi nos lo pide, sin decir nada", cuenta Celia. "Planificamos los viajes, compramos las entradas, que en el extranjero son caras, y si hay que anularlo todo porque no se clasifica, se anula", dice la madre, aunque aclara que "Arturo se clasifica siempre desde 2005".

Y ya están pensando en los Mundiales de 2011, en Daegu (Corea). "Las cosas se complican con los africanos, pero creo que Arturo estará bien allí". A lo que el campeón replica, entre risas: "¡Ya tengo la presión hasta en casa!".