GOLF | BRITISH OPEN
Oosthuizen, líder sin vendaval y Jiménez sube enteros
El ''swing'' de Oosthuizen quedó a salvo del vendaval en la segunda jornada. El surafricano se marchó a la casa club tras firmar 67 golpes (-5) y con un acumulado de -12, que iguala el récord en un Open Británico después de 36 hoyos.
Golf es sinónimo de intemperie y ésta de sol o lluvia, calor o frío y, peor aún, de viento, a veces casi huracanado como el que hoy se desató en St.Andrews al poco de terminar su vuelta matinal el surafricano Louis Oosthuizen, el nuevo líder del Open Británico.
El ''swing'' de Oosthuizen quedó a salvo del vendaval en la segunda jornada. El surafricano, de 27 años y que inauguró su palmarés este mismo año en España, en el Abierto de Andalucía del mes de marzo, se marchó a la casa club tras firmar 67 golpes (-5) y con un acumulado de -12, que iguala el récord en un Open Británico después de 36 hoyos.
Cuando Oosthuizen ya había firmado su tarjeta y la paz, moderada, presidía aún el cielo del mítico campo de la costa escocesa, irrumpió la mejor defensa de este recorrido. Las aspas del anemómetro de St.Andrews comenzaron a girar sin preaviso y de forma vertiginosa. La energía eólica fue de tal calibre que las bolas comenzaron a moverse solas en los ''greens''. Y, claro, así no hubo forma humana de proseguir el juego. Los 64 kilómetros por hora del viento escocés obligaron a parar toda actividad durante una hora.
Para entonces, Oosthuizen se frotaba los ojos, incrédulo, ante sus números en la meca del golf. El surafricano, que en sus ocho participaciones previas en torneos de ''Grand Slam'' sólo había atravesado un corte, se veía líder, empatando los mejores registros de la historia del torneo tras dos rondas y con una ventaja holgada sobre sus inmediatos perseguidores: el estadounidense de 50 años Mark Calcavecchia, a cinco golpes, y el dúo de ingleses formado por Paul Casey y Lee Westwood, ambos a seis.
Pero aún mejor para el disfrute del líder, Oosthuizen, fue comprobar cómo el viento desató la locura y un golf de circunstancias a los favoritos. Rory McIlroy, Tiger Woods, Ernie Els o Ian Poulter peleaban en St.Andrews con golpes tendidos, elecciones de palo y parábolas con las que compensar los efectos caprichosos e impredecibles del viento.
También Phil Mickelson, el segundo del mundo, fue incapaz hoy de bajar de los 70 golpes, aunque el par en el global fue suficiente para superar el corte. "Necesitaré seis o siete bajo par en cada uno de los dos días que me quedan", dijo el zurdo y último ganador del Masters de Augusta en una especie de delirio. El viento, el mayor enemigo de los deportes al aire libre excepto la vela, no arrugó sin embargo a Alejandro Cañizares, el hijo del mítico José María Cañizares que caminaba con -6 por el hoyo 8 y cuando las luces de la tarde caían.
También fue una jornada productiva para Miguel Ángel Jiménez, empotrado en el grupo de cabeza a siete golpes del líder y después de firmar una gran vuelta con 67, igualando la mejor tarjeta del día. Sergio García, Ignacio Garrido y Álvaro Quirós también seguirán en competición para el fin de semana.
García se colocó de inicio con cuatro bajo par hasta el hoyo 10, pero después se desinfló hasta firmar 71 golpes. Quirós se estrelló en los último cuatro hoyos, en donde ''pateó'' tres veces en sendos ''greens'' y estropeó una tarjeta que podría haber sido mejor de los 70 golpes finales (-2).