El Deportivo de la Coruña ya es campeón

El Deportivo se podía proclamar campeón de Liga en su casa, ante un Pabellón de Riazor que había ido a disfrutar de los que fueron sus ídolos, más aún si hablamos de Fran y Djalminha. El brasileño es samba, magia con el balón y los aficionados querían disfrutar de su fútbol. En Riazor se decidió la Liga de la pasada temporada, pero en este caso, los aficionados coruñeses tuvieron que ver como era el Barcelona el que les celebraba el título ante un abarrotado Riazor.

No se fueron contentos a casa los gallegos, pero como el fútbol es así de caprichoso, apenas un año más tarde, tenían la ocasión de revertir aquella situación, proclamándose campeón de la III Edición de la Liga Placo en casa, como más se celebran los títulos. A todo esto, el Atlético de Madrid era su adversario, pero no una comparsa, ya que los rojiblancos se jugaban la clasificación para la Copa de España.

Si decimos que no iban de comparsas era por algo y sino, que se lo pregunten al Depor. La primera mitad fue poco pródiga en cuanto a goles se refiere tratándose de los máximos goleadores del campeonato. El partido comenzó dominado por un Atlético que llegaba con claridad a los dominios de un magnífico Elduayen, pero las ocasiones que tenían no se traducían en goles. Grave problema cuando enfrente está el mejor equipo de largo de la liga. Es una máxima del fútbol. Si no marcas tus ocasiones, lo terminas pagando y eso fue lo que ocurrió en la primera mitad.

Al Depor le bastaron dos minutos para dar la vuelta a un encuentro que no conseguían dominar. Los gallegos, siempre acostumbrados a manejar el tempo de los partidos, tenía problemas en la salida del balón, sin claridad en las llegadas y con un Djalminha dejando destellos de su enorme calidad, pero que no siempre representaban peligro para la portería atlética El Atlético se sentía cómodo.

Al tran tran, saliendo rápido en las contras y con una defensa fuerte, sin contemplaciones con el rival y muchas veces también con el balón, lo que le permitía mantenerse con serias opciones en el partido. Un par de goles antes de llegar al descanso, ponían el 4-3 para los gallegos y dejaban las espadas en todo lo alto para una segunda mitad en la que todo quedaba pendiente.

A la vuelta de vestuarios el Deportivo salió dispuesto a finiquitar el partido. Le había concedido la primera mitad a los rojiblancos, pero no estaba dispuesto a extenderlo más en el tiempo. La idea era clara: tres goles de diferencia y a jugar. Eso hicieron los gallegos. Metieron la directa y se marcharon en el marcador como una exhalación, al que sólo respondía un Alfaro elegante con la pelota y de cara a puerta.

Djalminha hacía de las suyas para facilitar la labor de sus compañeros, quiénes sólo tenían que empujar su magníficas asistencias. Siempre decimos que si hay un equipo en esta Liga que sabe dosificarse, ese es el Deportivo y bien que lo demostraron con tres goles a favor de marcador.

Decidieron los coruñeses dormir el partido y esperar a ver que hacía su oponente. Así que visto lo visto, el Atlético se adueñó del balón y empezó a mover la pelota hasta conseguir abrir hueco. Y lo hicieron los madrileños, quiénes gracias a su buen hacer, se acercaron a un gol del Deporivo con diez minutos por jugarse. Estaban imprecisos los gallegos y no encontraban las líneas de pase que les hacen fuertes, así que tiraron de calidad para volver a distanciarse. Quién puso la calidad se preguntarán. Un tal Djalminha, que pasaba por ahí, dando una asistencia y haciendo un gol de falta que ponía las cosas en su sitio.

Los últimos minutos fueron un toma y daca que sirvió para ver un hat trick de Fran Fran, tres goles del Atlético y una delicathessen más de Djalminha.

Pero como lo importante era lo importante, esta crónica sólo podía terminar contando una cosa, lo más importante:

El Deportivo es el campeón de la III Edición de la Liga Placo de Fútbol Indoor y además, de manera incontestable. Sus guarismos son espectaculares, con siete victorias en siete partidos, con 91 goles a favor y tan sólo 50 en contra. Estos números han permitido a los hombres de Ballesta llevarse su segundo título liguero en las tres ediciones que se llevan disputadas. Ahora toca celebrar y disfrutar de este campeonato que les ha exigido mucho para conseguirlo. El sacrificio, el compromiso y la calidad de sus futbolistas ha hecho posible este título que han brindado a una afición entregada, como es la afición de Riazor